Fallas del Pirineo

Las fallas en los Pirineos es una fiesta tradicional, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en la que los habitantes de la población recrean esta tradición de agradecimiento por las cosechas y la llegada del buen tiempo con hogueras nocturnas.

Declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, las fiestas de las fallas se celebran en 63 pueblos de los Pirineos y Pre-Pirineos. La Vall de Boí cuenta con algunas de estas celebraciones en Durro, Boí, Erill la Vall, Arties y Taüll.

Se trata de un antiguo ritual que hacían los hombres para agradecer a los dioses el éxito de la cosechas y la llegada del buen tiempo. Los jóvenes de todos los pueblos encienden las fallas (troncos encendidos) en un lugar elevado i empiezan el descenso montaña abajo, guiados por el fadrí o responsable de grupo.

La primera bajada se realiza a mediados de junio en Durro, con la fiesta de San Quirc. La noche de San Juan se bajan a Boí y, a principios de julio, en Barruera, Erill la Vall y, finalmente, Taüll.

También se realizan varias quemas durante la noche de San Juan, como la Crema deth Taro, el tronco de un gran abeto. En Arties un grupo de hombres del pueblo van a buscar el abeto más grande del bosque. La noche del 23 se enciende el Taro, se bendice y se arrastra por toda la población hasta la casa del alcalde. Durante el recorrido, los jóvenes saltan por encima del Taro, acompañados por música, folklore y danzas. En cambio, en Les se enciende el tronco plantado en medio de la plaza y alrededor se celebra una fiesta llena de color, fuego y bailes araneses.

Finalmente, el 29 de junio se realiza la Quilhada deth Haro en Les, en la que las parejas recién casadas de la población encabezan la procesión de bajada del nuevo Haro hasta la plaza del pueblo, donde lo plantarán hasta el año siguiente.