El municipio está repleto de rincones y espacios donde el visitante puede satisfacer el más amplio abanico de curiosidades. En el núcleo histórico, al margen de la iglesia gótica de la Transfiguración del Señor, destaca la peculiar calle de las Abraçades. Esta callejuela, que une la calle Major con la plazoleta de la Verdura, está considerada, con sus 94 centímetros de ancho, la calle más estrecha de toda Catalunya, ya que, como bien indica el nombre, dos persones no pasan por ella al mismo tiempo a no ser que vayan abrazadas.
También destaca el Museu del Vidre, subsede del Museu Comarcal, que hace justicia a la que es una de las industrias artesanales más representativas del municipio.
En el entorno del núcleo urbano, encontramos los yacimientos arqueológicos del Molí de Salt, considerados, por sus dimensiones, los más importantes de todos los encontrados hasta ahora en Catalunya. Se trata de restos que dan fe de la actividad cazadora y recolectora de los primeros habitantes de la comarca, pertenecientes a los períodos paleolítico y neolítico. Las obras de excavación del yacimiento se iniciaron en 1999 bajo los auspicios de la Universidad Rovira i Virgili.
En la carretera que une el monasterio con Vimbodí encontramos una curiosa representación arquitectónica: las casas colgadas, construcciones literalmente colgadas en la roca, encima de la falda de las montañas.
También en la roca, en la plaza de las Orenetes, se puede contemplar el Gorg, un conjunto de bellas y espectaculares fuentes enclaustradas en piedra.