La Vall de Boí te ofrece la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y de la cultura con toda la familia. Sus dos principales atractivos son el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, el único Parque Nacional de Cataluña, y el conjunto de iglesias románicas diseminadas por el valle, y que son Patrimonio Mundial por la Unesco.
La
Vall de Boí te ofrece la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y de la cultura con toda la familia. Sus dos principales atractivos son el
Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, el único Parque Nacional de Cataluña, y el
conjunto de iglesias románicas diseminadas por el valle, y que son Patrimonio Mundial por la Unesco.
El Parque Nacional está formado por rocas graníticas de más de 300 millones de años de actividad y es un conjunto de gran espectacularidad dentro de los Pirineos catalanes. El agua es el protagonista, con casi 200 lagos y arroyos, entre los cuales destacan
Aigüestortes,
Sant Maurici o el
lago Gento.
Hay
itinerarios señalizados y adaptados
para ir en familia. Si quieres, un guía interpretador os puede acompañar durante el paseo. En invierno podrás atravesar el parque con raquetas de nieve. Y tienes otras actividades que gustaran a los más pequeños: encontrar la madriguera de las marmotas y ver cómo viven, observar las mariposas de mil colores, escuchar e identificar los sonidos de los pájaros o ayudar a los pastores a alimentar a las ovejas. Hay muchas otras actividades y se renuevan trimestralmente.
Una buena manera de conocer este territorio es seguir algunos de los más de 60 kilómetros de
senderos y caminos rurales que unen los pueblos de la Vall, como Barruera, Erill la Vall y otros.
A pie y con los ojos bien abiertos es la mejor manera de conocer el
románico de Boí, formado por ocho iglesias y una ermita. Son un patrimonio excepcional por tres motivos principales: tienen un estilo muy similar, se concentran en un espacio muy pequeño y se han mantenido casi intactas durante muchos años. A los más pequeños les gustará ver como el Pantocrátor de San Climent de Taüll bendecía a los fieles desde el ábside, recreado mediante un videomapping. En el
Centro del Románico de la Vall de Boí te ayudarán a organizar la visita.
En invierno, el centro de la actividad deportiva en la Vall se concentra en la
estación de esquí de Boí-Taüll Resort, una de las más altas de los Pirineos de Cataluña, a 2.750 m. Las pistas de la estación están dibujadas en un sentido único y con una única vertiente, que garantiza nieve de buena calidad. En el jardín de nieve de Boí tus hijos tienen el primer contacto con la nieve. Luego, ya es cuestión que mejoren la técnica en la escuela de esquí o que te conviertas en su monitor particular. ¡Imagínate las bajadas en familia!
En primavera, tras un paseo por la montaña es el momento de sumergirse en las aguas mineromedicinales del
Balneario de Caldes de Boí. Tiene 37 fuentes de agua a temperaturas que van de los 4ºC a los 56ºC. Todas son diferentes y son terapéuticas. Las familias son bien recibidas en su espacio y tienen un circuito termal, así como masajes y otros tratamientos adaptados a los más pequeños de la casa.
La Vall de Boí ha mantenido su
esencia rural. Su gastronomía es un reflejo de este origen. Algunos productos de calidad de la zona son las negrillas, las cepas, los arándanos o los embutidos artesanos (
girella,
xolís...) que puedes encontrar en las tiendas de producto autóctono de la Vall. Si quieres disfrutarlos in situ, vale la pena probar un
palpís de corder, un
civet de senglar i isard, o col y
trumfes amb suc de rosta.
Webs de interés: Oficina de Turismo de la Vall de BoíEstación de esquí Boí-Taüll ResortEscuela de esquí Boí-TaüllParque Nacional de AigüestortesCentro de Románico de la Vall de BoíBalneario de Caldes de Boí