Tossa de Mar

Guía de municipios
Tossa se encuentra dentro del espacio natural del macizo de las Cadiretes, valioso por la convivencia de flora mediterránea y atlántica e ideal para realizar paseos o rutas en bicicleta de montaña, pasando junto a vestigios megalíticos.

Las playas que rodean la villa por el norte y por el sur son excelentes, algunas por la calidad de los servicios que ofrecen y otras por su entorno casi virginal. El patrimonio del municipio incluye huellas romanas, recuerdos modernistas y aires de la bohemia artística de las vanguardias.

La diva de Hollywood Ava Gardner pisó la arena granulosa de la playa Gran en 1950 para rodar el film Pandora y el holandés errante. Para los mitómanos del cine puede ser motivo suficiente para descubrir el municipio.

Imprescindibles

- Disfrutar de las playas típicas de la Costa Brava y las actividades náuticas.
- Subir por la muralla medieval.
- Visitar el Museo Municipal.
- Ver la villa romana de los Atmellers. - Probar el cimitomba.

Sugerencias

  • Comarca: Selva
  • Provincia: Girona
  • Localidad: Martossa, Salionç, Sant Grau, Santa Maria de Llorell, Tossa de Mar, Canyelles
  • Extensión: 38
  • Habitantes: 5952
Está adherido a: Villas Marineras
Está adherido a: Villas Marineras

Situación geográfica

Tossa de Mar es un municipio situado al este del sector costero de La Selva, al noreste de Barcelona y al sureste de Girona. Marcadamente accidentado por la cordillera Litoral, que llega hasta el Mediterráneo para dar un paisaje rocoso de acantilados y pequeñas calas, característico de la Costa Brava. El paraje natural del macizo de Les Cadiretes ocupa una buena parte de la zona de interior y el territorio escarpado y surcado por rieras como la de Tossa o la de Can Semada. El Puig de les Cadiretes, con 512 metros de altitud, es la cota máxima del municipio. El litoral está formado por diferentes calas generadas por torrentes y arroyos que van desde la cala de Vallpresona, al norte (Sant Feliu de Guíxols) hasta la cala Morisca, al sur del límite del municipio vecino de Lloret de Mar.

Clima

El clima es mediterráneo húmedo y templado. Esta climatología, que dentro del ámbito mediterráneo es más bien excepcional, resulta muy favorable para la vida vegetal. Este territorio queda protegido por la cordillera pirenaica de las masas de aire que vienen del norte y provocan grandes heladas en invierno. Durante los meses de verano acostumbra a llover a menudo, y eso provoca que no sean demasiado secos; de todas maneras, se da una alternancia de veranos más lluviosos con otros que no lo son tanto.

Actividades económicas

El turismo internacional y nacional y la segunda residencia hacen que la población del municipio se multiplique en verano. El sector servicios es, con diferencia, el principal sector económico.

Historia

Tossa de Mar ha estado poblada desde el paleolítico. Los romanos eligieron este enclave privilegiado de la Costa Brava para emplazar su Turissa: una bahía natural donde el Mediterráneo entra suavemente entre dos cerros. La herencia de esta presencia romana es la villa de los Atmellers, en el núcleo urbano.

La villa vieja se configuró durante la edad media como un establecimiento fortificado, el único de estas características que se conserva en el litoral catalán. El recinto amurallado fue edificado entre los siglos XII y XIV para proteger la población de las amenazas de la piratería.

El lugar ya aparece documentado en el año 966, cuando el conde Miró de Barcelona dio estas posesiones al monasterio de Ripoll, que gestionó la construcción del castillo en el año 1187.

Durante el siglo XVIII, Tossa de Mar fue un de los municipios costeros que se benefició del tratado de libre comercio promulgado por Carlos III, que daba vía libre a los comerciantes que atravesaban el océano para ir a hacer fortuna a las Américas (los llamados indianos).

Actualmente, la población mantiene vivo su aspecto marinero y potencia el carácter de residencia veraniega privilegiada que adquirió ya en el siglo XIX y consolidó durante las primeras décadas del XX.

Qué ver

Tossa es lo suficientemente pequeña como para poderla recorrer a pie y, además, seria un pecado dejar de ver las callejuelas empinadas a las que no se puede acceder en coche. En el núcleo urbano, entre los comercios, llama la atención una pequeña capilla blanca, la de la Verge dels Socors, construida en tiempos de piratería (siglo XVI).

Una vez en la playa Gran, en un santiamén se puede subir por el camino que rodea la muralla y que pone a los pies de visitante toda la belleza de la bahía. Si se desciende por el otro lado, aparece primero el Museo Municipal (donde veremos los mosaicos romanos de la villa de los Atmellers y el cuadro de Marc Chagall El violinista celeste, de 1934), y después una calita rodeada de roca, es Codolar.

Al regresar hacia el centro de la villa, junto al mar, justo en medio del paseo se sitúa la casa Sans, el edificio modernista diseñado por Antoni de Falguera en 1906 por encargo de Joan Sans, un indiano enriquecido en Colombia con el comercio del corcho, y que ahora aloja el hotel Diana. Si se continúa en dirección norte, una pendiente conduce a la Mar Menuda, pasando por la playa del Reig y el monumento a Neptuno.

Qué hacer

Las calles sinuosas de la villa vieja se llenan de día y de noche de aromas de pescado, marisco y de cimitomba, un sencillo y suculento plato típico de Tossa de origen marinero, hecho con pescado y verduras. En Tossa uno no sabe donde mirar ni qué elegir, de todo lo que hay y todo tan bueno. Incluso las tiendas de recuerdos tienen carácter, y cuesta pasar por las calles sin caer en la tentación.

La maravillosa bahía, la playa Gran, y las otras playas de la villa (Mar Menuda, del Reig y El Codolar) son la principal atracción de los visitantes. Hay quien prefiere las playas de fuera del núcleo urbano y escoge la tranquilidad de la virginal cala Morisca, a cinco kilómetros hacia el sur, la actividad de Llorell, a 3,5 kilómetros hacia el sur (donde se puede practicar todo tipo de deportes acuáticos) o la comodidad de los servicios que ofrece la cala de Giverola, a cinco kilómetros hacia el norte, por mencionar algunas.

Otro punto interesante relacionado con el mar es el faro, que acoge el Centro de Interpretación de los Faros de la Mediterrània, donde entender mejor el funcionamiento y la utilidad de estas torres. Las excursiones en barca con fondo transparente son otra experiencia única para los admiradores de la fauna acuática.

Para los amantes de la cultura, la población cuenta con estudios de pintores como Joaquim Hidalgo y Joan Serrabona, galerías de arte y el Museo Municipal, que muestra la intensa relación de la villa con el arte, que se hace patente con acontecimientos como la Feria del Dibujo y la Pintura en agosto.

En Tossa se pueden practicar actividades deportivas muy variadas, como el esquí acuático, el submarinismo, la bicicleta de montaña, el tenis, el kayak o la vela, y quien lo desee también puede jugar al golf, sólo tiene que desplazarse hasta Lloret.

Los bosques del macizo de las Cadiretes disponen de caminos señalizados para recorrer a pie o en bicicleta de montaña, y algunas de las rutas parten del parque de Sa Riera, a ochocientos metros de la villa y con diferentes ambientes naturales.

Alrededores

- La plaza de Armas de Montllor, el mirador de Tossa.
- La torre de los Moros.
- El cerros de Ses Cadiretes.
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