Paseando por la más romana de las ciudades catalanas, quizá el visitante sienta nostalgia por los tiempos en los que Tarracofue capital y casa de media Hispania. Pero esta sensación durará bien poco cuando descubra el rico patrimonio medieval y moderno, las magníficas playas y la amplia oferta lúdica, cultural, festiva y gastronómica de la capital tarraconense.
Los principales atractivos arquitectónicos de la ciudad, declarados Patrimonio de la Humanidad, son romanos: las murallas, el anfiteatro, el teatro, el circo, la torre del Pretorio, la necrópolis paleocristiana y los foros local y provincial, todos en el centro histórico. Además, a las afueras, se pueden ver la pedrera del Mèdol, el acueducto del puente del Diablo y elmausoleo de los Escipiones.
Por otra parte, no hay que desaprovechar la oportunidad de visitar la catedral de Santa María y las casas Canals y Castellarnau.
Entre los diecinueve kilómetros de costa del término municipal, destacan playas como la Llarga, la Rabassada o la Arboçar, así como los espacios naturales de la desembocadura del Gaià y de Tamarit-Punta de la Mora, emplazamiento del castillo de Tamarit y la torre de la Mora.
Imprescindibles
- Descubrir los catedral de Santa María.Sugerencias
- Visitar la ciudad durante las Fiestas de Santa Tecla.Tarragona
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