Las playas tienen un papel central dentro de la oferta del municipio. Hasta ocho se contabilizan en el litoral, entre las que destacan las de Capri y de Garbí por su alta calidad.
Dispone también de una playa natural, la del Trabucador, y de una bahía, la de los Alfacs, idónea para practicar deportes acuáticos, como el surf, el windsurf o el esquí náutico. La bahía acoge también una interesante fauna de pájaros marinos.
La cocina de la Ràpita está asociada al mar. Tan orgulloso de ella se siente el municipio que le dedica jornadas durante el año, oportunidades magníficas para que el visitante pueda disfrutar de los productos típicos en una buena mesa.
Son las jornadas de la galera (el 17 de febrero), del langostino (el 8 de diciembre), del mejillón y del ostrón (el 2 de junio) y las Jornadas del Gusto, del 2 de junio al 2 de julio, evento que reúne la flor y nata de los productos anteriores y de todo el resto de patrimonio gastronómico de la zona.
La actividad deportiva también es protagonista en Sant Carles de la Ràpita. Se ofrecen al visitante intrépido interesantes rutas en bicicleta (como la que une Sant Carles con la laguna de la Encanyissada), rutas en barco (por la bahía de los Alfacs), en coche (por el trazado la Ràpita-les Olles) o incluso a pie, como las que llevan al observatorio de aves o al gran mirador del Delta.
Quien quiera adentrarse en la cultura marinera de Sant Carles sólo tiene que pasarse por la Lonja del Pescado, donde se realiza la tradicional subasta. No en vano el suyo es uno de los puertos pesqueros más importantes del litoral catalán, tanto por el volumen de capturas como por el negocio que genera.