ETAPA 1: De los templarios de Lleida al mejor cielo de Cataluña
El campanario de 60 metros de la Seu Vella te indica el punto de inicio de la etapa, Lleida. Darás un paseo por el entorno de la catedral visitando el castillo del Rey y la Suda, los tres edificios que conforman el conjunto monumental de la ciudad.El camino prosigue para adentrarte en la sierra del Montsec. Allí está Àger y su cielo sobrecogedor, considerado reserva Starlight. El mejor sitio para observarlo es en el Parque Astronómico del Montsec. El municipio también cuenta con otro espectáculo natural, el Congost de Mont-rebei, con paredes verticales de 500 metros, creado por la erosión del río Noguera Ribagorçana, y que puedes recorrer a pie o en kayak.ETAPA 2: El Parque Nacional y el románico de Vall de Boí
El segundo día de etapa te adentrará en los Pirineos de Catalunya. La carretera se abre paso entre las montañas hasta llegar a los pueblos de la Vall de Boí, que acogen ocho iglesias y una ermita románicas de los siglos XI y XII, declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. En el Centro del Románico de la Vall de Boí harás una visita guiada para sumergirte en su historia.La Vall de Boí es también una zona ideal para practicar deportes de invierno y de aventura, y para degustar embutidos artesanos como el xolís. Asimismo, es una de las puertas de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, el único parque nacional de Cataluña.ETAPA 3: Singularidades de la Val d'Aran
Desde la Vall de Boí te desplazas hasta la Val d'Aran. La orientación atlántica y su particular localización geográfica, con un tercio del territorio por encima de los 2.000 metros de altitud, marcan su paisaje y su orografía.En la capital, Vielha, te acercas a visitar la iglesia de Sant Miquèu, construida durante diferentes épocas y donde se mezclan el románico y el gótico. Desde allí vas hasta Aran Park, en Bossòst, para ver su fauna autóctona en semilibertad, como el lobo o la nutria.ETAPA 4: En ruta por los lagos glaciares y relax termal de altura
La siguiente jornada también la dedicarás a seguir explorando la Val d'Aran. Comenzarás haciendo una caminata por los pueblos con casas de piedra y tejados de pizarra del valle. Aquí encuentras pequeños tesoros como la quesería más alta de los Pirineos, en Bagergue, a 1.419 metros de altitud, o iglesias románicas del s. XII como la de Santa Maria en Arties.Otra opción para seguir el descubrimiento de la Val d'Aran es realizar una ruta en e-BTT, una bicicleta eléctrica de montaña, como, por ejemplo, el tramo entre Arties y Salardú, que ofrece unas vistas espectaculares del pico del Montardo. Y, por último, tomar un merecido baño relajante en aguas sulfurosas en los Banhs de Tredòs, el establecimiento termal más alto de Europa.ETAPA 5: Rafting, pastores y vida rural en los Pirineos
Después de dos días por la Val d'Aran, tu hoja de ruta te indica que la siguiente parada es el Pallars Sobirà. Allí combinarás la naturaleza con los paisajes del Parque Natural de L'Alt Pirineu y la aventura. Los municipios de Sort, Llavorsí, Rialp, Esterri d'Àneu y la Ribera de Cardós son las capitales catalanas del rafting que se practica en el Noguera Pallaresa, uno de los mejores ríos de aguas bravas de Europa.Si prefieres una propuesta más relajada y para hacer en familia, en el Ecomuseu de les Valls d'Àneu puedes conocer cómo vivían las familias y cómo eran las casas de los Pirineos de Cataluña durante la primera mitad del siglo XX.El destino final es la Seu d'Urgell, que te ofrece infinidad de rutas verdes y atractivos como la catedral de Santa María, la única catedral íntegramente románica de Cataluña. Asimismo, puedes darle un toque gastronómico a la estancia en la Seu d'Urgell degustando quesos que se hacen en la zona, algunos de ellos con certificación DOP Alt Urgell y Cerdanya. Y si vas en el mes de octubre, se celebra la Feria de Quesos Artesanos del Pirineo.Este tramo te acerca a la esencia de los Pirineos de Cataluña. La ruta se abre paso entre valles, picos y frondosos bosques para descubrirte la cultura y el estilo de vida de este territorio donde la naturaleza marca el ritmo.