Tienes muchas cosas para ver, hacer y saborear en Cataluña, así que una escapada de seis días puede ser una muy buena opción que te sirva de aperitivo para probar esta variedad. Comienza, por ejemplo, descubriendo el encanto de las villas marineras y combínalo con la gastronomía catalana o con una experiencia enoturística.
Claro que si quieres rodearte de naturaleza, tendrás que poner rumbo hacia los Pirineos catalanes, hacer parada en sus pueblos encantadores y complementarlo con actividades al aire libre para hacer disparar la adrenalina. En cualquiera de las rutas de seis días también tiene cabida la cultura que aflora por todos los rincones del territorio.
Tienes muchas cosas para ver, hacer y saborear en Cataluña, así que una escapada de seis días puede ser una muy buena opción que te sirva de aperitivo para descubrir esta variedad.
Recorreremos uno de los territorios más ricos de Cataluña: costa salvaje, cimas frondosas, Dalí, pueblos íberos, romanos, medievales... Y lo haremos viviendo experiencias únicas e inolvidables. Ponemos en marcha el motor. ¿Nos acompañas?
Prepárate para disfrutar de bellos parajes naturales que huelen a mar y a montaña. Lugares que inspiran las más originales actividades y que podrás recorrer siguiendo las huellas de su rico pasado industrial y de sus tesoros modernistas.
Practicar deportes de aventura en el Valle de Núria, saborear embutidos artesanos, contemplar en directo las obras de Salvador Dalí o volar en globo sobre el Parc Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa (Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa). Para conocer este territorio, lo mejor es vivirlo y sentirlo en primera persona. ¿Empezamos?
El Pirineo se adapta a todos los que lo visitan: relax para el que quiere desconectar y actividades de todo tipo para familias, aventureros o deportistas. Y todo enmarcado por unos paisajes espectaculares. ¿Qué ruta va más contigo?
Erigidas en un paisaje tan particular, las Terres de l'Ebre tienen una personalidad que transmite esa peculiaridad de lo único, lo puro, lo bello. Con Picasso entre sus recuerdos, el afilado perfil del Delta y el buen vino y el buen aceite en la mesa, recorrer estos parajes te transportará a otro mundo, tan real como el que imaginas.
Más allá de las espléndidas playas, aquí podemos disfrutar de la Tarragona romana y de los maravillosos monasterios cistercienses. O de la gran riqueza gastronómica de una tierra de cepas y olivos. Y no faltan todo tipo de experiencias para los amantes del deporte y la aventura. ¿Listos para salir?