El montañismo es un deporte, pero para quien lo practica es mucho más que esto. Consiste en realizar excursiones por la montaña, y también es el conjunto de técnicas, conocimientos y habilidades que permiten alcanzar este objetivo.
Adquiere importancia a partir de finales del siglo XIX, con la creación del Centre Excursionista de Catalunya. Entonces se veía no sólo como un deporte, sino también como una actividad cultural y como un modo de conocer a fondo la región.
Hoy en día la palabra tiene un aspecto más deportivo y de especialización que la antigua palabra "excursionismo". Este término se comenzó a emplear oficialmente en 1940, con la inclusión del excursionismo catalán en las directrices deportivas de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada.
Más tarde, la práctica se dividió en dos grandes tendencias. Una está dedicada a las excursiones de montaña, en forma libre y con finalidades de recreo. Ello dio lugar a la creación de entidades y clubes excursionistas y fue potenciada por el escultismo.
La otra es de tipo comercial y cada día está más extendida. Consiste en participar, con finalidades recreativas, en viajes organizados y con itinerarios concretos promovidos por sociedades especializadas, o en hacer excursiones como miembro de entidades o de sociedades que facilitan medios y servicios a los socios para efectuarlas. Esta segunda tendencia se ha convertido en uno de los pilares del turismo.
La Agrupació Excursionista Muntanya (en Barcelona) organiza salidas los domingos de octubre a mayo. Los recorridos son de dieciocho kilómetros como máximo, entre cuatro y seis horas caminando, aproximadamente. Las excursiones están abiertas a todo el mundo y siempre hay, como mínimo, un guía y un grupo escoba.