Maresme

Guía de comarcas
El Maresme es una extensa franja de litoral dividida entre los pueblos de mar y los del interior, llamados 'de dalt' (de arriba) o 'de munt' (de abajo), que originalmente fueron núcleos creados en lo alto de las colinas para salvaguardarse de los habituales ataques pirata.

· Bañarse en la bonita playa de Sant Pol de Mar, una de las más acogedoras de la comarca.
· Recorrer el paseo dels Anglesos, en Caldes d'Estrac. A finales del siglo XVIII, Caldes se convirtió en uno de los principales y más sofisticados destinos de veraneo de la alta sociedad catalana. En el paseo marítimo, conocido como paseo dels Anglesos, se conservan muchas de aquellas magníficas mansiones.
· Visitar el castillo de Vilassar de Dalt, una magnífica fortificación del siglo X.
· Degustar un plato de fresones del Maresme, sin duda los más sabrosos del país.

· Salvador Espriu nació en Arenys de Mar y la recreó en sus obras con el nombre de Sinera (Arenys al revés). El Centre Salvador Espriu de Arenys de Mar custodia un importante fondo documental del autor y ofrece asesoramiento y ayuda sobre su obra y su figura.
· Si hay una actividad artesana que ha dado fama al Maresme es el virtuosismo de la labor con puntas, sobre todo en la localidad de Arenys de Munt. El Museu Marès de la Punta está especializado en artes decorativas, etnología y el arte de los bolillos.
· Visitar el Museu del Pagès de Can Cases del Racó, en Santa Susanna, para conocer el pasado y futuro de la vida rural de la comarca.
· La cocina del Maresme se nutre del pescado de sus lonjas y de productos de la huerta como los guisantes de Sant Andreu de Llavaneres, las patatas de Mataró o las 'mongetes del ganxet' de Palafolls y otros municipios. Los vinos blancos de DO Alella maridan a la perfección con todos estos productos.
  • Provincia: Barcelona
  • Extensión: 398
  • Habitantes: 436487
  • Web: CA[http://www.ccmaresme.cat]

Situación geográfica

El Maresme es una comarca costera situada en el centro del litoral catalán, ligeramente hacia el norte. Limita por el sureste con el mar Mediterráneo, por el norte con las comarcas de la Selva y del Vallès Oriental y, por el sur, con el Barcelonès. El territorio desciende desde la cordillera de Marina y Montnegre i el Corredor hasta el nivel del mar.

Clima

La comarca goza de un clima típicamente mediterráneo de litoral, con inviernos suaves y veranos calurosos sin grandes oscilaciones térmicas. La temperatura media es de unos 10 grados en invierno y de 23 grados en verano. Llueve sobre todo en otoño, provocando a veces terribles riadas que arrastran todo lo que encuentran a su paso hasta llegar al mar.

Actividades económicas

La economía de la comarca, de tradición agrícola y pesquera, recibió un importante impulso en el siglo XIX debido a la industrialización. Mataró vio cómo en 1839 se instalaba el primer motor a vapor en una fábrica textil, cómo en 1848 llegaba el primer tren de España y cómo en 1969 se inauguraba la primera autopista de peaje del país. Durante el siglo XX fueron muy importantes los sectores del textil, la química y la metalurgia.

En la actualidad, el liderazgo de la economía ya no recae en la industria sino en los servicios y el turismo. La agricultura pervive sobre todo gracias a la viticultura y la floricultura.

Historia

Su atractiva ubicación en la costa mediterránea ha dotado la comarca de una historia intrínsecamente ligada al mar, a la pesca y al comercio. El dolmen de Can Boquet es una muestra de la ocupación del territorio ya en la Prehistoria. Se trata de un monumento megalítico que se encuentra en plena naturaleza, cerca de Vilassar de Dalt. Los historiadores sitúan esta construcción en el período neolítico, alrededor del segundo milenio antes de Cristo. Son grandes losas de piedra apoyadas sobre piedras verticales, y en la cámara interior se inhumaban los cadáveres.

Los romanos dejaron su huella en el templo romano de Can Modolell, un yacimiento arqueológico situado en Cabrera de Mar, en el que se han encontrado indicios de ocupaciones que abarcan desde los íberos hasta la Edad Media. El peligro de los ataques piratas durante los siglos XVI y XVII empujó las antiguas poblaciones a apartarse de la costa y formar nuevos asentamientos a cuyos topónimos se les añadieron los complementos 'de Dalt' o 'de Munt' (de arriba). Vestigios de aquellos tiempos son las torres del moro o torres de mar que encontramos en la costa y desde las que se alertaba a la población.

En 1778 Carlos III autorizó el libre comercio con América y fueron muchos los que decidieron probar fortuna cruzando el océano. A su vuelta, convertidos en prósperos hombres de negocios, invirtieron gran parte de su capital a renovar el paisaje arquitectónico de la comarca.

En 1848 se inauguró la primera línea de ferrocarril de España, que unía las ciudades de Barcelona y Mataró. Posteriormente, la línea continuó su trayecto hacia el norte siguiendo la costa y convirtiéndose en un elemento más del paisaje, entre las poblaciones y sus playas.

El siglo XIX supuso una época de esplendor económico para la comarca debido a la industrialización, y el XX, por el auge del turismo.


Qué ver

Cuando en 1778 Carlos III autorizó el libre comercio con América, muchos jóvenes de la comarca decidieron probar fortuna en el nuevo continente. Los que tuvieron éxito volvieron al cabo de unos años convertidos en prósperos hombres de negocios, conocidos como los indianos. Construyeron impresionantes residencias en las que se conjugaba el estilo modernista con motivos evocadores del Caribe. De la misma época son las grandes mansiones que la burguesía barcelonesa edificó como segundas residencias.

El Casino de Masnou es un edificio emblemático, obra del arquitecto modernista Bonaventura Bassegoda. Se construyó a principios del siglo XX por encargo del indiano Pere-Guerau Maristany, que se dedicaba al comercio de vinos en ultramar. Es uno de los pocos edificios de la época que se puede visitar por dentro.

En Mataró se puede admirar Can Fonrodona, construida en 1863 por el arquitecto de esta ciudad Jeroni Boada como encargo de Jaume Fonrodona, uno de los prósperos emigrantes que volvieron de América con ganas de invertir su riqueza en una bella y ostentosa mansión. Los balcones de la planta noble están adornados con forja y toda la fachada está decorada con arcos y delicadas serigrafías que recuerdan la arquitectura árabe.

También en Mataró se puede ver la casa Coll i Regàs, una impresionante obra de Puig i Cadafalch construida en 1836 por encargo del industrial del sector textil Joaquim Coll i Regàs. La fachada recoge todos los elementos del Modernismo más recargado y prolijo: combinación extrema de materiales como la forja, la cerámica y la piedra; retorcidas columnas decorativas, arcos y esculturas, y una combinación de colores extremadamente contrastada.

Villa Flora, en Canet de Mar, es una mansión que perteneció a la familia de Josep Busquets, un industrial que había hecho fortuna en Cuba. La encargó a principios del siglo XX al arquitecto Eduard Ferrés. Es de estilo modernista y tiene una fachada profusamente decorada. Su elemento más característico es el singular balcón de forja. El jardín que la rodea, conocido como el Pla de les Fonts, fue testigo de innumerables fiestas de la alta burguesía catalana del momento.

Una de las casas más curiosas de la época es la Casa Marimon (conocida como Can Lari), en Vilassar de Mar. Su dueño, un empresario de astilleros en la Barceloneta, la hizo construir en 1918 imitando una edificación de San Francisco que le había deslumbrado en sus viajes por América. El rasgo arquitectónico más significativo es la enorme galería cubierta y pintada en alegres colores, efecto que resulta muy exótico en comparación con la arquitectura local.

En Sant Iscle de Vallalta se puede admirar Ca l'Oller, impresionante mansión de finales del siglo XVIII, aislada y rodeada por un gran jardín. Ca l'Arnau, en Malgrat de Mar, fue construida en 1914 por el arquitecto Joan Amigó por encargo de Joan Arnau Majoral. A diferencia de la mayoría de casas modernistas de la época, esta presenta una gran simplicidad. Combina las líneas curvas de los balcones y del porche de la entrada con ventanas rectangulares y estrechas, con lo que se consigue un efecto de ligereza muy especial.

El Hospital Xifré, en Arenys de Mar, se edificó entre 1944 y 1948 por iniciativa de José Xifré y Casas, un indiano que provenía de una familia de armadores que había hecho fortuna en América. En la capilla del hospital está el panteón donde fue enterrado, obra del escultor francés Charles A. Gumery.

Qué hacer

La práctica de los deportes náuticos está fuertemente arraigada en el Maresme, no solo por su situación costera, sino también por la larguísima tradición de veraneo que existe en esta tierra, que ha propiciado la creación de numerosos clubes deportivos. La comarca cuenta con cinco puertos deportivos perfectamente equipados: Arenys de Mar, el Balís de Sant Andreu de Llavaneres, Mataró, Premià de Mar y El Masnou.

La comarca es también famosa por sus balnearios. Caldes d'Estrac y Arenys de Mar disfrutan de aguas con propiedades minero-medicinales y tratamientos termales. Aunque los baños de Caldes tengan su origen en el siglo XIX, las propiedades terapéuticas de sus aguas ya eran conocidas por los romanos.

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