La escudella era antiguamente el plato de invierno diario en toda Catalunya, y por Navidad se preparaban versiones más completas.
Los huesos de cerdo se ponen normalmente salados previamente porque dan un gusto muy sabroso. Pueden encontrarse en muchas carnicerías y tocinerías.
Habitualmente se suele comer primero la escudella y a continuación la carn d’olla.
Hay quien la adereza con un chorro de aceite y la acompaña con una ensalada de cebolla, guindilla confitada, col en vinagre o pimiento rojo escalivado.
Escudella i carn d'olla
<i>Escudella i carn d'olla</i>