Vilanova i la Geltrú, capital de la comarca, ha sido a lo largo de la historia un gran núcleo industrial y comercial, y sigue siendo el eje urbano aglutinador, además de ser un importante punto pesquero y deportivo. En el siglo XIX tuvieron gran importancia la industria textil y alimentaria y, más tarde, la metalúrgica y la química, con la fábrica Pirelli al frente.
La pesca es una de les actividades económicas tradicionales de la comarca que sigue impregnando toda su cultura, tanto gastronómica como festiva. La agricultura es de secano, siendo los cultivos principales los cereales, la viña y los algarrobos. En la actualidad es un sector residual, con Sant Pere de Ribes como el municipio con más terreno dedicado a los cultivos.
Una de les principales fuentes de ingresos es el turismo cultural y de playa. Desde que se construyeron los túneles, que atraviesan el macizo del Garraf, son muchos los barceloneses que se escapan a comer o cenar a alguno de los abundantes y exquisitos restaurantes de Sitges o Vilanova, o a pasar un relajante día de playa. Ambas poblaciones cuentan, también, con importantes puertos deportivos.
En Sitges, que dispone de unas seis mil plazas hoteleras, se celebran además numerosos festivales y convenciones, entre las cuales destaca el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya.