La Val d’Aran es la naturaleza en estado más puro. Es monte, es flora y es fauna. Rodeada por majestuosas cumbres de unos 3.000 metros de altura, bosques frondosos de abetos, hayas y robles, y ríos y lagos de alta montaña, es un destino con una belleza encantadora que cuenta también con una fauna diversa y rica. En pocos lugares podrás observar el vuelo del quebrantahuesos, de la imponente águila real o del alimoche, entre otras muchas aves que sobrevuelan el cielo aranés. También podrás seguir los pasos del oso pardo, observar el ciervo rojo o escuchar los gritos de alerta de las marmotas. Igual de impresionante es el legado monumental de la región. El conjunto románico de ermitas, iglesias y otros tesoros artísticos es uno de los más importantes de los Pirineos. Por su situación histórica de valle fronterizo, la presencia de castillos y otras fortificaciones de defensa es una constante y, siguiendo su rastro, entenderás el pasado del territorio. Imagina cómo era la vida en el valle siglos atrás y descubre las batallas y acontecimientos que marcaron el destino del territorio y de sus gentes. Ahora bien, si quieres vivir el hecho de disfrutar en plena naturaleza, en la Val d’Aran tienes un amplio abanico de posibilidades. Elige y practica tu deporte de aventura favorito en unos parajes idílicos. Si quieres refrescarte en las aguas cristalinas de sus ríos, puedes optar por el rafting</>, el hidrotrineo, la canoa o el descenso de barrancos. Si quieres disfrutar de las mejores panorámicas, tienes multitud de vías ferratas, de rutas de escalada o de senderos que te pondrán a prueba y te llevarán por parajes de una belleza extraordinaria. En invierno, el esquí alpino es el deporte rey. Baqueira-Beret es una de las estaciones más reconocidas de los Pirineos por la excelente calidad de su nieve durante toda la temporada, por las increíbles pistas aptas para todos los niveles y su entorno extraordinario presidido por los tresmiles del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. Si prefieres adentrarte en los bosques y disfrutar del entorno natural sin prisas, ponte los esquís de fondo y déjate llevar por los caminos perfectamente señalizados. La Val d’Aran es aventura, naturaleza y patrimonio, pero también es tradición gastronómica. En este territorio podrás gozar de todos los matices que te ofrece una cocina dominada por la caza y la pesca, combinada con productos del huerto. En cualquiera de sus pueblos encontrarás los platos más tradicionales de la región, como la olla aranesa, y productos de proximidad como la miel, el queso o la confitura. La artesanía también está muy presente en las poblaciones aranesas, una forma de acercarse a las tradiciones y la identidad de este valle tan singular. ¿Sabías que la Val d’Aran tiene una lengua y una cultura propias? El aranés ha sobrevivido hasta nuestros días, entre otras cosas, por la situación geográfica de la Val d’Aran, hasta hace no mucho aislado en muchas épocas del año. Ven y descubre las particularidades de esta variante de la lengua gascona que disfruta del rango de cooficialidad en Cataluña junto con el catalán y el castellano. Visita algunos de los 33 pueblos que forman la Val d’Aran y conoce a la gente que vive en un territorio que se encuentra, en gran parte, por encima de los 2.000 metros de altura. Desde Baqueira o Vielha, la capital del valle, hasta las aldeas más pequeñas, todos tienen el encanto propio de los pueblecitos de alta montaña. Pasea sin prisas por las estrechas callejuelas, admira las iglesias, las casas de madera y piedra con sus tejados de pizarra y encuentra los rincones más encantadores desde donde podrás contemplar el marco incomparable en el que se encuentran. Arties es un claro ejemplo de la rica diversidad arquitectónica, integrada perfectamente dentro del entorno natural. En la iglesia de Santa Maria d’Arties descubrirás diferentes etapas de la historia, desde vestigios del románico hasta el gótico, entre otros. También puedes recorrer sus calles en busca de las casas renacentistas que se encuentran repartidas por un pueblo que, además, es puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici por su vertiente aranesa. Respira aire puro y absorbe toda la energía de la naturaleza más salvaje y exuberante. Conoce a la gente, la tradición y las costumbres de un territorio con cultura y lengua propias. Practica y disfruta de los deportes de aventura, recorre sus senderos a pie, en bicicleta o a caballo, o descubre sin prisas todo el encanto y la magia de un valle con particularidades únicas. La Val d’Aran no te dejará de sorprender. Adéntrate y vive la naturaleza como nunca lo has hecho.