Esta preciada seta vive bajo tierra en simbiosis con las raíces de algunos árboles. Solo algunos animales son capaces de detectarla por su penetrante aroma, por eso, actualmente se usan perros adiestrados para encontrarla.La dificultad para hallarla, junto con un sabor único, explica su elevado precio en los mercados especializados que la venden en Cataluña, como los de Vic o Centelles.La trufa es negra por fuera, abollada y con formas poligonales. En el interior, la carne es de un negro menos intenso o tostada, carnosa y compacta, con finas venas de color más claro. Se encuentra principalmente entre los meses de abril y junio. Suele crecer en terrenos pedregosos, expuestos a vientos dominantes y con árboles como los robles y las encinas que puedan hacer de huéspedes.Conocida como "el diamante de la cocina" por su exquisitez, se utiliza como condimento y también para aromatizar conservas y embutidos, como la butifarra catalana trufada.En la moderna cocina catalana la trufa también está presente en platos principales, como la lubina con trufa, las patatas enmascaradas con trufa o las verduras con trufa.En la ciudad de Vic se encuentra la única lonja de trufa de todo el Estado español, donde se vende y se compra este producto. El precio puede alcanzar los 400 euros por kilogramo.Por su parte, en el pueblo de Olvan, en el Berguedà, se celebra a mediados de diciembre la Feria de la Trufa. Esta feria organiza sendos concursos para el buscador que encuentre la trufa de mayor peso y para perros adiestrados. Además, existe la posibilidad de hacer una cata de platos elaborados con este alimento.