Ingredientes Para 4 personas: 1 col de invierno (o col de pell de galàpet) 600–800 g de patatas 150–200 g de panceta curada (o panceta fresca) 2 dientes de ajo Sal y pimienta negra 1 vaso de vino rancio Aceite de oliva virgen extra (opcional, para terminar) Manteca de cerdo o grasa de la panceta (opcional) Tiempo de preparación: 45 – 55 minutos Dificultad: Fácil Pasos a seguir Prepara la verdura. Pela las patatas y córtalas en trozos grandes. Lava la col y separa las hojas. Retira el nervio central si es muy grueso o duro. Hierve la col y la patata. Pon una olla grande con agua y sal y cuece las patatas y la col durante 25–30 minutos, hasta que estén bien tiernas. Saltea la panceta. En una sartén grande, derrite la manteca de cerdo (si la usas) o añade un poco de aceite de oliva. Incorpora la panceta cortada en dados o tiras y cocínala hasta que quede bien dorada y crujiente. Retírala y resérvala, dejando la grasa en la sartén. Aromatiza con ajo y vino rancio. Añade los ajos laminados a la grasa de la sartén y dóralos ligeramente, vigilando que no se quemen. Agrega un chorro de vino rancio y deja que reduzca durante un minuto, hasta que se evapore el alcohol y quede solo el sabor. Tritura el conjunto. Añade a la sartén la col y la patata escurridas. Tritura el conjunto con un tenedor o espátula hasta obtener una masa homogénea pero con textura. Dale forma y dora. Aplana el trinxat para que quede parecido a una tortilla. Déjalo dorar unos minutos por cada lado para que forme una costra. Sirve. Añade la panceta por encima y, si quieres, un chorrito de aceite de oliva. Ajusta la sal y la pimienta al gusto y sirve bien caliente. Presentación del plato y guarniciones recomendadas El trinxat de la Cerdanya es un plato de invierno, originario de los Pirineos de Cataluña. Conviene servirlo bien caliente para mantener toda su textura y aroma. Para darle un toque fresco, acompáñalo con una ensalada ligera: una mezcla de lechugas, algunas hojas de hierbas aromáticas y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Esta combinación contrasta a la perfección con la melosidad del trinxat. El pan de payés cortado en rebanadas también es casi imprescindible: ideal para mojar la parte más cremosa y aprovechar todos los sabores de la sartén. Si te apetece una versión más tradicional y contundente, puedes coronar cada porción con un huevo frito o añadir un poco de butifarra negra salteada, una variación muy popular que aporta profundidad y un toque más rústico al plato. Otras recetas relacionadas que puedes preparar Canelones de carne caseros Confit de pato con peras Fricandó de ternera