Llívia es un pueblo catalán completamente rodeado de territorio francés. En el Tratado de los Pirineos (1659), España cedió 33 municipios de la zona, pero Llívia quedó excluida al tratarse de una «villa». Esta anécdota histórica ha determinado la vida de esta población en los últimos siglos y forma parte de su seña de identidad: un pueblo catalán en el estado francés. Los habitantes de esta villa llena de historia viven con gran orgullo que Llívia sea conocida, entre otras muchas cosas, por la Farmacia Esteve. Fundada a principios del siglo xv, hay constancia documentada de su existencia desde 1594. Este hecho la convierte en la farmacia más antigua del continente europeo que mejor se ha conservado hasta ahora. El boticario Jaume Esteve fue uno de los primeros propietarios y su familia se hizo cargo durante 23 generaciones, asegurando su conservación a través de los siglos hasta 1942. Desde 1981, los materiales de la farmacia forman parte del Museo Municipal de Llívia. Se conservan el mobiliario, los instrumentos de laboratorio, los preparados y los libros de fórmulas, entre otros muchos elementos. Si quieres conocer cómo se preparaban las fórmulas magistrales durante los siglos xv, xvi y xvii, no lo pienses más, ven y conoce a fondo la historia de la farmacia más antigua de Europa. Disfrutarás, además, de un entorno natural privilegiado donde encontrarás incontables rutas para realizar senderismo, BTT, practicar deportes de aventura y, en invierno, hacer esquí alpino o de fondo. Y, si vienes a Llívia, no olvides subirte al castillo, desde donde disfrutarás de una de las mejores vistas de toda la Cerdanya, y de visitar la iglesia con sus torres circulares de defensa. Llívia es historia, cultura, naturaleza y deporte.