Los olivos se extienden por el relieve quebrado de las comarcas catalanas como si fueran un manto verde. Escoltados por bosques, viñas y partidas de almendros, los olivos se alzan con gesto esbelto como antiguas esculturas conformando un paisaje propio. Sus raíces se hunden en la historia del Mediterráneo y su cultivo endulza el paisaje de una tierra sedienta con aljibes, bancales, márgenes de piedra seca y cabañas de bóveda de cañón. Su fruto es el origen de nuestra cocina más honesta, haciendo del aceite el principal atractivo de una gastronomía que emana de una tierra de tradiciones seculares. La diversidad de aceites catalanes Alrededor del olivo, los catalanes hemos levantado un patrimonio cultural, económico, social y culinario que es parte indisoluble de nuestra identidad. Los olivos son parte de la agricultura catalana desde hace muchos años. Lo podrás comprobar en lugares únicos como la Farga de L’Arion, un conjunto de olivos milenarios situados en Ulldecona. Esta farga cuenta con el olivo más antiguo del mundo, que tiene más de 1700 años. Un patrimonio agrícola, gastronómico y cultural imperdible y todo un museo natural al aire libre para visitar. En Cataluña existen 5 denominaciones de origen protegidas de aceite de oliva: Les Garrigues, Siurana, Terra Alta, Baix Ebre-Montsià y Empordà. Cada una produce un aceite con un aroma y un cuerpo bien diferenciados. Esta diversidad está determinada por el clima, el tipo de suelo y las variedades de aceitunas utilizadas, como la arbequina, la argudell, la farga o la morruda, con las que recorrerás el espíritu rural de los tiempos antiguos. El oleoturismo en Cataluña A través del oleoturismo descubrirás los usos del aceite en la cocina, saboreando platos tradicionales como el pan con tomate, el allioli o el bacalao y también formando parte indisoluble de las creaciones de vanguardia que se degustan en las mejores mesas del país y del mundo. Observa con detalle el mundo que se ha levantado alrededor de la cultura del aceite: castillos medievales rodeados de olivos, cabañas de bóveda en medio de la nada y antiguos molinos. Disfruta de este universo mediterráneo. Durante los últimos años, los productores catalanes han apostado por poner en valor la cultura del aceite y por eso cada vez más molinos y centros productores ofrecen visitas y experiencias diversas para hacer una inmersión en el mundo del aceite. Aprovecha para vivir esta cultura del aceite en las ferias y fiestas del aceite nuevo. El oleoturismo en Cataluña también te propone visitar molinos de aceite y conocer cómo es el proceso de elaboración del aceite de oliva como, por ejemplo, el molino innovador de Cuadrat Valley Finca Agrícola; vivir la experiencia inmersiva en el espacio Mas de Colom-Casa Borges —el único espacio de Cataluña que es un observatorio de biodiversidad agraria y un espacio de divulgación de alimentación con estilos de vida saludables—; visitar el Centro de la Cultura del Aceite de Cataluña en la Granadella; hacer una cata de aceites en Barcelona de la mano de Hola Olive; descubrir los olivos de aceitunas arbequinas con los que en Torclum elaboran aceites sostenibles; o probar la clotxa —un plato típico de las Terres de l'Ebre que es una especie de bocadillo— elaborada con Identitat Extra Virgin Olive Oil. Aceite, vino y hoteles gastronómicos Si quieres combinar el oleoturismo con el enoturismo, muchas bodegas de Cataluña también tienen molino propio y elaboran su aceite de oliva. En el Priorat, la bodega Masroig ofrece catas de los que producen en su molino de la DOP Siurana. En la Terra Alta, la bodega modernista del Pinell de Brai, diseñada por el discípulo de Gaudí Cèsar Martinell, elabora también aceite virgen extra. También en la Terra Alta, acércate a Sant Josep Vins, la Cooperativa Agrícola Sant Josep en Bot, que también elabora vinos y aceites. Combinar una cata de vinos con una de aceites vírgenes puede ser una experiencia muy sabrosa. En Cataluña, también puedes practicar el oleoturismo en los hoteles gastronómicos. En estos podrás combinar el placer de un hotel de calidad con una oferta gastronómica excepcional. En estos puedes probar comidas donde los aceites locales son protagonistas y que son el reflejo del paisaje del territorio. Saborea el elixir de la vida mediterránea hecho aceite en Cataluña.