Explora los pueblos con más encanto de Lleida y descubre todo lo que tienen para ofrecerte. Taüll: patrimonio románico entre montañas En el corazón de la Vall de Boí, Taüll es conocido por sus iglesias románicas, reconocidas como Patrimonio de la Humanidad. La iglesia de Sant Climent de Taüll es uno de los puntos más icónicos, con su campanario recortándose en el horizonte montañoso. Las pinturas murales de estas iglesias son una de las muestras más bellas del arte románico catalán. Pasear por Taüll te hará viajar en el tiempo, especialmente en otoño, cuando los colores de las hojas contrastan con la piedra antigua, o en invierno, cuando la nieve cubre el paisaje y da un aire mágico y tranquilo al pueblo. Montsonís: atmósfera medieval y un castillo histórico Montsonís es otro pueblo que merece una visita. Dominado por su castillo medieval, que aún se mantiene en perfecto estado, este pueblo te rodea de calma e historia. El Castillo de Montsonís es una de las atracciones más destacadas de la zona y ofrece visitas guiadas que te permiten conocer sus leyendas e historias fascinantes, muchas de ellas relacionadas con caballeros y la nobleza catalana. Este castillo habitable conserva parte de su decoración original, lo que lo hace aún más especial. Las casas de piedra y las calles estrechas de Montsonís le otorgan un encanto especial, como si cada rincón contara una historia. Paseando por el pueblo, es fácil imaginar la vida de otras épocas, con un ritmo tranquilo y una atmósfera que parece detenida en el tiempo. Si buscas un lugar donde la historia se respira en cada detalle, Montsonís te atrapará. Àger: un cielo único en el Montsec Àger, al pie de la sierra del Montsec, es un destino conocido por ofrecer uno de los cielos más espectaculares de Europa. Este pueblo brinda unas vistas increíbles del valle y unas noches estrelladas como pocas veces podrás ver. Aquí se encuentra el Centro de Observación del Universo, donde puedes disfrutar de una experiencia astronómica única gracias a la baja contaminación lumínica de los alrededores. Pero Àger no solo ofrece un cielo estrellado: la Colegiata de Sant Pere, construida a principios del siglo XI sobre las ruinas de un antiguo castillo romano, es uno de los tesoros arquitectónicos del pueblo. Además, para los amantes del deporte, el Montsec es un paraíso para los excursionistas y los aficionados al parapente. Gerri de la Sal: tesoro salino Gerri de la Sal es un lugar especial con un pasado único. Su nombre proviene de sus antiguas salinas, que durante siglos fueron una fuente de riqueza para la zona. Las salinas aún se pueden visitar hoy en día, ofreciendo una mirada fascinante al proceso de producción artesanal de la sal. Uno de los puntos más interesantes de Gerri de la Sal es el monasterio románico de Santa Maria, que te transporta directamente a la época medieval. Las casas de piedra, los callejones estrechos y el río Noguera Pallaresa que atraviesa el pueblo hacen de este lugar un entorno ideal para una escapada relajante. Es el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de un ambiente auténtico y de la historia que impregna cada rincón. Peramea: un pueblo con alma medieval Declarado Bien Cultural de Interés Nacional, Peramea es uno de los pueblos más pintorescos del Pallars Sobirà. Este pueblo tiene una estructura medieval muy bien conservada, con calles empedradas y casas de piedra que parecen sacadas de otra época. Uno de los elementos más destacados del pueblo es el pozo de hielo, que en el pasado se utilizaba para almacenar nieve y producir hielo durante los meses de verano. Además, la proximidad al embalse de Sant Antoni lo convierte en una opción ideal para quienes desean disfrutar de la naturaleza y actividades al aire libre, como el kayak o el senderismo. Si buscas un pueblo auténtico y de gran belleza, Peramea es una parada obligada. Castellbò: leyendas y naturaleza en pleno Pirineo Castellbò es un pueblo con una historia fascinante, marcada por el catarismo, un movimiento religioso perseguido durante la Edad Media. Su pasado se respira en sus calles y en las ruinas del castillo y la iglesia de Sant Joan, lugares que te transportan a la época de luchas y leyendas. Este pueblo, situado en la comarca de l’Alt Urgell, está rodeado de bosques y montañas, ofreciendo un entorno perfecto para hacer excursiones y conectar con la naturaleza. Un lugar ideal para descubrir en pareja o con amigos, ¡y explorar a tu ritmo! Arties: un rincón de la Vall d’Aran con mucho encanto Para finalizar, no podía faltar Arties, un pueblo de la Vall d’Aran que combina lo mejor de la montaña y de la arquitectura aranesa. Sus casas de piedra con tejados de pizarra y sus calles empedradas son el marco perfecto para una escapada que combina naturaleza, historia y cultura. La iglesia de Santa Maria d’Arties, con su campanario único, es uno de los edificios más emblemáticos y bonitos del pueblo. Cerca de Arties encontrarás baños termales naturales, ideales para relajarse tras una caminata por los alrededores del pueblo. Si te acercas en invierno, podrás disfrutar de un paisaje nevado, haciéndolo aún más mágico. Descubre el encanto de los pueblos de Lleida Recorrer los pueblos de Lleida es una manera de descubrir una Cataluña auténtica, llena de rincones tranquilos, historia y paisajes que enamoran. Cada uno de estos lugares conserva su propia personalidad y te invita a vivir una experiencia pausada, lejos de las prisas. Si buscas una escapada que te permita desconectar y disfrutar de un entorno que respira tradición y belleza, Lleida te espera con sus pueblos que parecen sacados de otro tiempo.