Con la llegada del mes de abril y la primavera se estrena la temporada principal de la cocina del pescado de roca. La brótola de roca, el cabracho, el mero, el rape, el salmonete de roca, el bejel, la corvina negra o el pez araña son algunos ejemplos de los muchos pescados incluidos en esta denominación. Tienen en común la carne dura y relativamente escasa en comparación con la cabeza grande y sus muchas espinas. Viven en los fondos rocosos marinos.Son pescados extraordinariamente sabrosos, ideales para un gran número de recetas de la cocina marinera catalana y, en general, de todo el Mediterráneo. Toman especial relieve en las sopas de pescado, los "suquets", los arroces, las paellas y los "rossejats". También son muy apropiados para hacer caldos y "fumets" con ellos, así como para cocinarlos a la brasa o freírlos.Firmemente arraigados a las cocinas del litoral, muchas poblaciones celebran diferentes jornadas gastronómicas dedicadas al pescado de roca durante los meses de primavera y hasta bien entrado el verano.