Las condiciones físicas de Prades pueden explicar las peculiaridades de esta patata tan apreciada: en primer lugar, se cultiva a gran altitud, al pie de la sierra de Prades, en el Baix Camp. También interviene la pureza del agua de la zona. En cuanto al clima, el frío intenso hace desaparecer todo rastro de insectos que puedan estropear el producto.Las patatas de Prades pertenecen a la especie Solanum tubesorum, particularmente de la variedad kennebec. Su piel es muy lisa, dura y consistente. La carne es blanquecina, con una textura consistente y al mismo tiempo harinosa. En cuanto al sabor, es dulce, persistente y tiene un aroma que recuerda a las castañas.Las patatas de Prades se recogen en una única cosecha al año, y se deja morir la planta antes de recoger el fruto. Se pueden vender en bolsas de 5 kg como máximo, y siempre han de llevar la marca de la Indicació Geogràfica Protegida.La patata de Prades es adecuada para todo tipo de preparaciones culinarias y su gran consistencia la hace muy adecuada para guisos. En la comarca se elaboran recetas como las patatas con monda hervidas y después asadas con tocino, las patatas de pastor escalivadas y con tocino o el cim i tomba, un guisado tradicional catalán con pescado, patatas y alioli.Prades celebra con una fiesta la cosecha de la patata que ha sido sembrada medio año antes. Se suele celebrar a mediados de septiembre e incluye un desayuno con patatas al horno, una exposición del producto y las herramientas que se utilizan para recogerla. Se termina con una degustación en la que se sirven tortillas y guisados.