Ingredientes Para 4 personas: 1,5 o 2 kilos de mejillones frescos (preferiblemente mejillón del Delta o de buena calidad) 1 cebolla grande o 2 medianas 2 dientes de ajo 400 gramos de tomate triturado natural (o 3-4 tomates maduros rallados) 1 vaso (150 mililitros) de vino blanco seco 1 hoja de laurel (opcional) Unas ramas de perejil fresco Aceite de oliva virgen extra Sal Pimienta negra molida 1 punta de guindilla o pimentón dulce/picante (opcional, al gusto) Utensilios necesarios: olla grande con tapa, cazuela ancha y baja Tiempo de preparación: 10-15 minutos (limpieza de los mejillones) y 30-40 minutos (preparación y cocción) Dificultad: baja Pasos a seguir Empieza limpiando bien los mejillones bajo el agua fría del grifo. Con un cuchillo pequeño o un estropajo metálico, retira las barbas. Descarta los mejillones que estén abiertos y no se cierren al darles un golpecito, o aquellos que tengan la concha rota. Pon los mejillones limpios en una olla grande con un dedo de agua (o solo con el vino blanco, si lo prefieres). Tapa la olla y ponla a fuego fuerte. Deja que los mejillones se abran con el vapor, removiendo la olla de vez en cuando. Esto tardará unos 5-7 minutos. Una vez abiertos, retíralos del fuego. Cuela el jugo de cocción y resérvalo. Retira una de las valvas de cada mejillón (la que no tiene carne) y coloca los mejillones con su carne en la valva restante en una bandeja.Mientras los mejillones se abren, prepara el sofrito. Pela y pica la cebolla y los dientes de ajo muy finos. En una cazuela ancha, pon un buen chorro de aceite de oliva virgen extra a calentar a fuego medio. Añade la cebolla picada y un poco de sal. Sofríe lentamente hasta que la cebolla esté transparente y empiece a dorarse (10-15 minutos). Añade el ajo picado y la guindilla (si la usas) y sofríe un par de minutos más, procurando que el ajo no se queme. Incorpora el tomate triturado o rallado al sofrito. Añade la hoja de laurel (opcional) y un poco de pimienta negra. Deja cocer la salsa de tomate a fuego suave durante unos 10-15 minutos, removiendo de vez en cuando. Puedes añadir una pizca de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate. Si usas pimentón, añádelo ahora y remueve rápidamente para evitar que se queme. Sube un poco el fuego y añade el vino blanco a la cazuela. Deja que el alcohol se evapore durante un par de minutos, removiendo. Añade un poco del jugo de cocción de los mejillones reservado hasta obtener la consistencia de salsa deseada. Finalmente, añade los mejillones a la cazuela con la salsa. Pica el perejil fresco y espolvoréalo por encima. Remueve con cuidado para que todos los mejillones se impregnen bien de la salsa y deja cocer todo junto unos 2-3 minutos más para que los sabores se integren. Prueba la salsa y rectifica de sal si es necesario. Sirve los mejillones a la marinera bien calientes con salsa abundante para mojar pan. Presentación del plato y guarniciones recomendadas Los mejillones a la marinera se presentan en la misma cazuela de cocción, llenos de color y aroma. Una buena rebanada de pan de payés es imprescindible para mojar en la salsa. No necesitan muchas guarniciones, ya que son un plato completo por sí mismos como entrante o aperitivo. Como plato principal, se pueden acompañar de unas patatas fritas o arroz blanco. Otras recetas relacionadas que puedes preparar Almejas a la marinera Rape a la marinera Mejillones al vapor Suquet de pescado