En nuestra tierra disponemos de una extensa red ferroviaria donde Barcelona ejerce de epicentro. Por eso resulta muy fácil preparar alguna pequeña escapada en tren desde la capital de Cataluña. En los servicios de cercanías, de media distancia o de alta velocidad, encontrarás muchas propuestas para pasar un día fuera de la ciudad con el valor añadido que le dará a tu experiencia el viaje en tren. Actualmente, existen diferentes líneas de tren que salen desde Barcelona en todas direcciones. Podrás ir al norte, al oeste o al sur; quedarte cerca de la ciudad o realizar recorridos más largos; contemplar paisajes de montaña, de bosques y campos de cultivo, o también paisajes urbanos y de playa. Aquí te proponemos algunas excursiones que podrás realizar desde Barcelona en tren con total comodidad. 1. Montserrat, símbolo de Cataluña Llegar a Montserrat en tren es muy sencillo. Esta montaña enamora con sus espectaculares formas y sus vistas. La línea Llobregat-Anoia de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) nos lleva hasta el pie de la montaña. Puedes bajar en la estación del Aeri de Montserrat o de Monistrol y enlazar respectivamente con el teleférico o cremallera, que te llevarán hasta el monasterio. Allí quedarás maravillado con el complejo benedictino, con las pequeñas ermitas que irás encontrando por la montaña, con las paredes de piedra que se levantan junto al mismo monasterio o con la colección de arte que encontrarás en el Museo de Montserrat. Pasarás un día disfrutando de la naturaleza y viviendo intensamente la espiritualidad de esta montaña. Además, en tu trayecto en tren hasta Montserrat, también podrás añadir alguna parada a tu viaje con sitios tan interesantes como la Colonia Güell, Martorell u Olesa de Montserrat. 2. Girona, la ciudad tranquila Girona es una de las ciudades que está bien conectada por tren desde la ciudad condal. En menos de cuarenta minutos podemos ir con alta velocidad desde el centro de Barcelona. Si optas por los trenes regionales, el tiempo de viaje se sitúa algo por debajo de la hora y media. Tanto si eliges una opción como otra, la frecuencia de trenes es bastante elevada y no tendrás problemas para adaptar la excursión a tus horarios y necesidades. En Girona encontrarás una ciudad con calles llenas de historia y de rincones que nos invitan a pasear tranquilamente y dejar pasar el día observando las casas junto al río Onyar, visitando su catedral, adentrándote en la judería o relajándote en el parque de la Devesa. Y no debemos olvidar la cocina, porque en Girona encontrarás algunos de los restaurantes catalanes de mayor prestigio a nivel internacional. 3. Tarragona, legado romano y Mediterráneo La muestra más importante del legado romano en Cataluña se encuentra a tan solo una hora de tren de Barcelona. Para ir a Tarragona puedes utilizar trenes de alta velocidad y también los servicios regionales. En el primer caso, ganarás tiempo y comodidad durante el viaje; en el segundo, disfrutarás de un paisaje costero único. Además, la estación de Tarragona se encuentra entre el centro histórico y el Port, con el barrio marinero del Serrallo. Tarragona es una opción perfecta para protagonizar una pequeña excursión desde la capital catalana, con su patrimonio, los agradables paseos junto al mar Mediterráneo y su vida cultural. También podrás parar en algunas localidades vecinas que encontrarás en el trayecto, como Altafulla, Torredembarra o Calafell, donde además del sol y la playa, podrás descubrir un patrimonio más que interesante. 4. Sitges y la costa del Garraf, un viaje para disfrutar dentro del tren Si te decimos que las mejores vistas del mar Mediterráneo podrás encontrarlas en el interior de un tren, no pienses que te estamos engañando. La línea R2 Sur de Cercanías sale de Barcelona y atraviesa toda la costa del Garraf. En algunos momentos, la vía del tren pasa por medio de acantilados y también permite ver algunas pequeñas playas y calas que quedan escondidas. Hacer este corto trayecto desde Barcelona es ya atractivo por sí mismo. Si quieres vivir un día completo, haz una parada en Sitges, una de las localidades más conocidas del litoral catalán por el Carnaval, su cultura y su patrimonio, las playas o el ambiente de pueblecito marinero. Si quieres, también puedes ir hasta Vilanova i la Geltrú, donde podrás visitar el Museo del Ferrocarril, situado junto a la estación. 5. Lleida, la capital de Poniente Lleida es una ciudad llena de sorpresas. De tradición agrícola y con un interesante patrimonio arquitectónico, es un lugar ideal para disfrutar de Cataluña alejándose de las aglomeraciones de la costa pero en un ambiente urbano y moderno. Desde la estación de Barcelona-Sants, solo necesitarás una hora para llegar a la capital de la «Terra Ferma» (Tierra Firme) con la alta velocidad. En un día, tendrás tiempo de pasear por la ciudad, descubrir la Seu Vella, el entorno del río Segre y sacar provecho de su actividad cultural. Lleida es también un buen punto para detenerse si seguimos nuestro viaje hacia el centro de la península ibérica. 6. Vic, patrimonio y ambiente joven Ubicada dentro de la provincia de Barcelona, Vic es una ciudad que muestra la esencia de la Cataluña interior. Llegar en tren es muy fácil con la línea R3 de Cercanías. Hace falta algo más de una hora para hacerlo, pero el trayecto lo merece, con el macizo del Montseny como testigo del viaje. En la capital de Osona se pueden visitar lugares como la Catedral de Sant Pere o el Museo Episcopal. También te recomiendan dar un paseo por la emblemática plaza Mayor, probar los embutidos de la zona y vivir intensamente el ambiente joven y estimulante de una de las ciudades con mayor presencia de universitarios en Cataluña.