Catalunya es un paraíso del cicloturismo. Más de 6.000 kilómetros de carreteras y caminos recorren el territorio para descubrirte los rincones más privilegiados. Encontrarás largas rutas diseñadas para completarse en uno o varios días, por etapas de forma itinerante o con itinerarios circulares desde un campo base. También tienes rutas de montaña, a través de parajes naturales del territorio catalán, perfectas para ciclistas intermedios y expertos. Geografía variada, buen tiempo y alojamientos especializados Una diferencia clave respecto a los países del centro y el norte Europa y otros destinos ciclistas es el buen tiempo. Las temperaturas suaves durante todo el año facilitan esta práctica deportiva los 365 días. Te espera una geografía muy diversa. Descubre cómo, en el norte, los puertos de montaña de la Val d'Aran y los Costa Brava . Recorre parques naturales únicos como el del Montseny, el de Montnegre y el de Montserrat, en la Costa Barcelona. Y disfruta, al sur, de la Costa Dorada y las Terres de l'Ebre, que es la puerta de entrada a caminos que discurren por las montañas de Prades y Els Ports. Aprovecha para descansar al final de la etapa en alojamientos con servicios adaptados para ciclistas. Si eres amante del ciclismo, eso te interesa. La Agencia Catalana de Turismo certifica a los municipios que cuentan con oferta de cicloturismo. Así te será más fácil identificarlos. Girona es uno de ellos. La ciudad se ha convertido en una de las capitales mundiales del ciclismo. Lo sentirás en el ambiente. Por su entorno puedes disfrutar de las rutas por las que decenas de ciclistas profesionales entrenan habitualmente. Muchos incluso han hecho de esta localidad catalana su residencia habitual. Además, cuenta con ascensos míticos como el de Àngels y Rocacorba o el del castillo de Lloret. Las vistas panorámicas que brindan son de postal. En la Costa Brava, en municipios como Blanes o Lloret de Mar, puedes pedalear por rutas que ofrecen vistas espectaculares del Mediterráneo. Los desniveles son constantes durante varios kilómetros. La Costa Barcelona a ritmo de pedal Santa Susanna Calella, en la costa del Maresme, se han convertido en dos de los destinos estrella para el cicloturismo. Cuentan con alojamientos especializados y rutas atractivas para distintos niveles. Si eres un fanático de la carretera, no puedes perderte otros circuitos de la Costa Barcelona, como la vuelta al Montseny o la ruta que sube al Cerro del Hombre, ambas con más de 2.000 metros de desnivel. Y si buscas nuevas motivaciones en BTT, Calella es la puerta de entrada al Parque del Montnegre y el Corredor, y el inicio de recorridos por esta abrupta y rocosa costa. No te decepcionará. A través de los campos de la Costa Dorada En la Costa Dorada también cuentas con muchos itinerarios sobre dos ruedas. Algunos parten de Cambrils, Salou y Vila-seca, junto al mar, y otros son de interior. Por ejemplo, desde Mont-roig del Camp se accede a una red de hasta 140 kilómetros de carreteras rodeados de naturaleza, viñedos del Priorat y campos de cultivo de gran belleza por donde pedalear es un placer. Muchas de estas rutas se adentran en las montañas de la Costa Daurada y te ofrecen una excelente panorámica del Camp de Tarragona. No te pierdas la Ruta del Cister, escoltada por las Montañas de Prades, un itinerario que recorre tres monasterios de gran belleza en Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges, por majestuosos parajes naturales. Los Pirineos sobre dos ruedas Si te gusta la bicicleta de montaña, aquí van algunas propuestas a los < en href="https://www.visitpirineus.com/ca/btt">Pirineos de Cataluña. La vuelta a la sierra del Cadí es una de las propuestas de mayor dificultad. A través de valles y pueblos, bordea caminos tradicionales conectando un itinerario que arranca y termina en la Seu d'Urgell recorriendo más de 200 kilómetros. Val d'Aran es otro de los paraísos para los amantes de la bicicleta de montaña, que ofrece itinerarios técnicos, largos descensos y grandes desniveles entre espectaculares paisajes pirenaicos y una naturaleza salvaje. Como ves, muchos caminos con encanto recorren diferentes poblaciones catalanas, muchos de ellos en la Cerdanya, el Solsonès, la Garrotxa o el Berguedà, por ejemplo, y proporcionan el escenario perfecto para disfrutar de la bicicleta con un aliciente más: aprovechar para disfrutar del patrimonio cultural, la gastronomía y las tradiciones catalanas y así exprimir al máximo tu experiencia. ¿Te animas?