Muy cerca de Barcelona, la DO Alella ofrece un patrimonio vitivinícola excepcional que se combina con una amplia y vibrante oferta enoturística. Es la más pequeña de Cataluña y su historia vinícola empezó en la época romana. La esencia de la DO Alella reside en la salinidad y la mineralidad de sus vinos blancos de la variedad pansa blanca, perfectamente adaptada a su clima de contrastes. Los blancos también se elaboran a partir de las variedades xarel·lo, garnacha blanca y picapoll. Sus vinos tintos ligeros se hacen con tempranillo. No te pierdas sus espumosos de larga crianza y los dulces persistentes. Los productores de vino de Alella trabajan intensamente en la recuperación de variedades de uva autóctonas. Descubre la DO a través de la Ruta del Vino DO Alella, una de las nueve rutas del vino que hay en Cataluña. Explora la impronta de los vinos layetanos, el nacimiento del cooperativismo y el aroma de la antigua vida rural. Los vinos de Alella fueron el emblema de la pujante burguesía catalana. Todo maridado con paseos entre viñas, catas de vinos, gastronomía, comidas en las viñas, talleres y visitas a bodegas. Adéntrate en esta experiencia única que cautiva los sentidos y revela el encanto del vino catalán.