Hace 30 años, cocineros como Carme Ruscalleda, Ferran Adrià, Santi Santamaria y los hermanos Roca convirtieron Catalunya en un referente de la alta cocina internacional y en un destino gastronómico de primer nivel. La revolución culinaria más importante de finales del siglo XX nació aquí y continúa cautivando a miles de amantes de la buena gastronomía que visitan Catalunya cada año. Una revolución que fusiona tradición e innovación, y que convierte la gastronomía catalana en una combinación de éxito. Esta generación única, impulsada por un contexto social y económico favorable y abierto al mundo, rompió moldes con una cocina creativa y sin límites. Su innovación abrió un debate: ¿era ciencia o era cocina catalana? Hoy, su legado ha abierto la puerta a una nueva generación de cocineros y cocineras que ahora llenan mesas y barras por todo el territorio con propuestas sorprendentes y vibrantes. Desde los fogones de templos legendarios como elBulli, el Celler de Can Roca, el Sant Pau o Can Fabes, se ha abierto el camino a cocineros emergentes como Carles Abellán, Sergi Arola, Oriol Balaguer, Ramon Freixa, Fina Puigdevall, Ada Parellada o Nandu Jubany, entre muchos otros. Hoy, el relevo lo toman nombres como Jordi Cruz (ABaC), los hermanos Torres (Cocina Hermanos Torres) o el trío de Disfrutar: Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, entre muchos más. La combinación de la tradición y la innovación: la clave de la cocina catalana La cocina catalana combina a la perfección la tradición y la vanguardia. Sin una, no existe la otra. Es un reflejo de su paisaje y su gente. Tanto si compartes una comida familiar en un restaurante tradicional como si reservas mesa en un restaurante con estrella Michelin, disfruta de la esencia de la gastronomía catalana, que fusiona magistralmente la cocina con raíz con la más innovadora y creativa. Acércate a Catalunya y disfruta de sus propuestas gastronómicas, donde podrás degustar sabores populares y recetas de toda la vida, así como platos con texturas sorprendentes, elaborados con nitrógeno líquido e incluso realizados con impresión 3D. Reconocimiento mundial de la gastronomía Catalunya se ha consolidado como una potencia gastronómica global. A sus restaurantes se suman escuelas y centros educativos reconocidos internacionalmente, que atraen a futuros cocineros de todo el mundo. No hay chef de prestigio, gourmet, foodie, crítico o gastrónomo que no mencione Barcelona y Catalunya en algún momento. El universo culinario es tan amplio que cuesta decidir por dónde empezar: alta cocina, bistronómicos, neotabernas, bodegas actualizadas, vermuterías, casas de comidas tradicionales, etc. Este reconocimiento culmina en 2025 con la distinción de Catalunya como Región Mundial de la Gastronomía. Una oportunidad única para explicar al mundo cómo es Catalunya a través de lo que se cocina. La cocina hecha en Catalunya es la más premiada tanto a nivel estatal como internacional: este año es el territorio con más estrellas Michelin y ‘soles’ de la guía Repsol. La cocina que dinamiza el territorio La fuerza de la gastronomía catalana reside tanto en los chefs de restaurantes con estrellas Michelin como en los cocineros y cocineras que cada día levantan la persiana de restaurantes familiares, donde se celebran cumpleaños y comidas dominicales. Son espacios donde la comida representa la identidad de una comarca o de un pueblo, donde la cocina catalana de calidad se mantiene viva y es motivo de celebración. Los colectivos de cocina y los restaurantes de Km 0 también son protagonistas indispensables para acercar la gastronomía catalana del territorio. En Catalunya, 25 colectivos agrupan restaurantes, fondas, casas de comidas, hoteles y alojamientos que preservan recetas antiguas, recuperan variedades autóctonas y colaboran con bodegas para maridar platos con vinos de proximidad. Además, organizan festivales, jornadas y mercados que atraen visitantes y dinamizan el territorio. También los restaurantes slow food, comprometidos con la proximidad, conectan a los productores con el público. En Catalunya hay 46, e impulsan iniciativas gastronómicas como el Mercat de la Terra o la Fira Terra i Gust, poniendo en valor la cultura campesina y los sabores auténticos de la tierra. Catalunya es una tierra donde cada paisaje tiene un plato, y cada plato cuenta una historia. Aquí, cocinar es amar la tierra, a su gente y al tiempo. Y esta cocina, con raíz y con alma, continúa cautivando al mundo.