El origen de la judía del "ganxet" es desconocido, y hasta no hace mucho los agricultores de la zona la cultivaban únicamente para consumo propio. Es de tamaño mediano, su piel es blanca, ligeramente rugosa y poco perceptible, y es muy característica su forma arriñonada y plana, con un extremo en forma de gancho. En cuanto al sabor, es suave y cremoso, fino y persistente, y deja una sensación harinosa y consistente que la hacen ideal para guisos y ensaladas frías. La calidad y peculiaridad de esta variedad de judía han hecho que sea reconocida como Denominació d'Origen Protegida.Se siembra en el mes de julio, habitualmente después del cereal, y la cosecha llega en noviembre, aunque es un producto disponible durante todo el año. Se puede encontrar seca, cocida y en conserva. En el primer caso, solamente puede hervirse con sal y agua, sin ningún tipo de aditivo. Con ellas se elabora una buena cantidad de platos de la cocina catalana: las judías con butifarra, la costilla de cerdo con judías, las judías verdes con jamón o las judías con coliflor. Y dos guisos tradicionales: la olla barrejada (olla mezclada) y la olla verda (olla verde). También es la protagonista del empedrado, uno de los platos veraniegos más populares. La judía del ganxet concentra gran parte del protagonismo de la Setmana de la Cuinabdel Vallès (la semana de la cocina del Vallès), que se celebra anualmente en Castellar del Vallès a finales del mes de enero. La semana incluye charlas, exposiciones, una muestra gastronómica y un almuerzo popular. En Caldes de Estrac, por su parte, se celebran durante el mes de noviembre las Jornades Gastronòmiques de la Mongeta del Ganxet, en las que varios restauradores presentan platos elaborados con este producto.