De textura fina, equilibrada y piel brillante, la judía de Castellfollit del Boix se empezó a cultivar en el siglo XVI. La cosecha se lleva a cabo durante el mes de julio y parte del de agosto. Destaca por un ligero aroma a patata y su gusto a maíz. Como el resto de legumbres, contiene hidratos de carbono y proteínas, y es rica en fibra.Tradicionalmente esta judía se ha combinado con butifarra a la brasa o tocino, aunque también da buen resultado con tortilla, guisada con cebolla o setas y en otras recetas.