La extraordinaria calidad de este aceite es fruto de distintos factores: un cultivo cuidado; las condiciones climáticas de la comarca, con nieblas frecuentes y lluvia escasa; el uso de dos variedades, la arbequina y la verdiell; el hecho de que las aceitunas sean recogidas directamente del árbol con un sistema llamado de "munyiment" (de ordeño, en castellano), y una elaboración totalmente en frío.El resultado es un aceite afrutado de aceituna fresca, denso y gustoso. Sus aromas recuerdan la hierba, la hoja, el tomate y la almendra verde. En cuanto al sabor y al color, se distinguen dos tipos: el aceite afrutado, obtenido de la primera recolección, que es verdoso, más denso, con un sabor almendrado amargo, y el aceite dulce, que procede de la oliva fresca madura, que presenta un color amarillento, es más dulce, suave y fluido. De hecho, la máxima acidez permitida es de 0,5 grados, aunque la media es de solo 0,2.Se puede comprar directamente en cooperativas y otras tiendas de Cataluña, siempre con la etiqueta de la denominación de origen. Otro buen lugar para hacerlo es la Fira de l'Oli, que se celebra a finales de enero en Les Borges Blanques desde 1997. Durante la feria se realizan catas de aceites, jornadas gastronómicas y otras actividades relacionadas con este producto.Los aficionados más inquietos pueden visitar el Parc Temàtic de l'Oli, una fundación con sede en la Masia Salat, en Les Borges Blanques. Allí se pueden ver, por ejemplo, la prensa de aceite más grande del mundo, una colección de vinagreras provenientes de 45 países y 54 olivos milenarios de la época romana.