No te pierdas los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad en Cataluña Haciendo un salto en el tiempo hasta la época del hombre prehistórico , encontramos el conjunto del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la península, un conjunto de setecientos cincuenta y siete yacimientos reconocido por la Unesco. En Cataluña puedes encontrar unos cuantos, entre los cuales destacan las pinturas de los abrigos de ermitas de la Sierra de la Piedad (Ulldecona), la Roca dels Moros (el Cogul) y la Cueva de los Vilasos o de los Vilars (Os de Balaguer), entre otros. Avanzamos un poco en el tiempo, hasta la época del Imperio romano. La Unesco también ha reconocido el Conjunto Arqueológico de Tarraco, uno de los más grandes y mejor conservados de Europa. Es un testimonio excepcional de la que fue una de las ciudades más importantes de la península Ibérica durante el Imperio romano. Nos adentramos en la Edad Media en los Pirineos de Cataluña. En la Vall de Boí encontramos el conjunto románico de ocho iglesias y una ermita, también reconocido como Patrimonio por la Unesco. Son Sant Climent de Taüll, Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia d’Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, la Natividad de Durro, Santa Maria de Cardet, la Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro. Todas estas construcciones son de un románico muy sobrio, con grandes pinturas murales –como algunos de los ábsides que se conservan en el Museu Nacional d’Art de Catalunya– y esculturas románicas originales. También de origen medieval es el Monasterio de Santa María de Poblet. Se caracteriza por su combinación de estilos arquitectónicos: románico, gótico, renacentista y barroco. Es uno de los grandes monasterios cistercienses catalanes, que junto con Santes Creus y Vallbona de les Monges conforman la Ruta del Císter. Saltamos unos cuantos siglos adelante y visitamos la capital catalana, exponente de los edificios modernistas más destacados. Uno de los conjuntos Unesco más conocidos y populares internacionalmente es el de las siete obras que el arquitecto Antoni Gaudí creó en Barcelona: el Parque y el Palacio Güell, la Casa Milà, la Casa Vicens, la fachada de la Natividad y la cripta de la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la cripta de la Colonia Güell. Estas obras representan la contribución excepcional de Gaudí a la arquitectura modernista. También en Barcelona, la Unesco ha reconocido dos obras del arquitecto Lluís Domènech i Montaner: el Palau de la Música Catalana y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Son dos iconos del modernismo en la capital catalana, construidos a principios del siglo xx. Estos edificios públicos fusionan tradición e innovación, y supusieron una importante renovación arquitectónica y un movimiento ideológico de modernización e identidad cultural. Patrimonio Inmaterial catalán Entre las fiestas y tradiciones que la Unesco ha reconocido en Cataluña como Patrimonio Inmaterial está La Patum, una fiesta tradicional única que se celebra casi sin interrupción desde el siglo xv en Berga. Tiene su origen en los entremeses que formaban parte de las procesiones medievales del Corpus. Los principales personajes son, entre otros, la guita, el águila, los gigantes y los enanos que bailan al ritmo de la gralla y el tambor. De noche, la plaza Mayor se convierte en un infierno donde los Plens llenan de fuego. Los castellers forman parte de cualquier celebración y fiesta popular en Cataluña y son uno de los símbolos más reconocidos de la cultura catalana. Son un modelo de participación social, transmitida de generación en generación, reconocido por la Unesco. Estas torres humanas desafían la altura y se caracterizan por el trabajo en equipo, el esfuerzo y el espíritu de superación. La dieta mediterránea, compartida por íberos, celtas, griegos, romanos, bárbaros y árabes, es un modelo de alimentación que ha sido reconocido como el patrón alimentario más saludable y equilibrado del mundo. Es una combinación de alimentos sencilla, variada y equilibrada a la cual la Unesco ha reconocido su valor. Las fiestas del fuego de los Pirineos de Cataluña tienen lugar alrededor del solsticio de verano. Las antorchas encendidas bajan desde las montañas formando una serpiente de fuego hasta la plaza de los pueblos, donde desembocan en una sola hoguera con todas las fallas. Estas fiestas reúnen pueblos y valles de los Pirineos catalanes en una gran celebración transfronteriza, que la Unesco también ha querido reconocer. ¿Conoces las tradiciones catalanas que se han convertido en Patrimonio de la Unesco? ¿Conoces el arte de la piedra seca? Se calcula que hay más de 19.000 edificaciones construidas con esta técnica por todo el territorio catalán. Sirven para guardar herramientas del campo, para crear separaciones entre fincas, para sujetar los bancales, etc. La Unesco ha reconocido esta técnica, que levanta construcciones con piedras del entorno inmediato sin ningún material de cohesión. La Unesco también ha reconocido el oficio del raier. Los jóvenes de la Pobla de Segur, Coll de Nargó y Pont de Claverol construían un tipo de embarcación con maderas, las balsas, para bajar los travesaños de roble y las retortas de abedul a las tierras llanas del litoral. El sonido de las campanas ha sido, durante muchos siglos, la manera de comunicarse de los pueblos, y ha generado una identidad colectiva. En Os de Balaguer han conservado este oficio y lo enseñan a los más jóvenes. La Unesco ha reconocido el toque manual de campanas de las Tierras de Lleida, que cada año concentra campaneros de todo el mundo. Ven y descubre la gran riqueza cultural del país y el compromiso con su conservación y protección.