Bajo la DO Catalunya se incluyen unas 4.000 hectáreas de viñas dispersas por el territorio. En general, domina un clima mediterráneo, con muchas horas de sol y no muy caluroso.En estos terrenos, las viñas se cultivan de manera tradicional. Se pueden encontrar 25 variedades de uva. Entre la uva blanca, destaca la garnacha blanca, la gewürztraminer, la macabeo y la malvasía; y entre la uva negra, la cabernet franc, la "sauvignon" y la garnacha negra.Esta denominación de origen ampara a vinos blancos, rosados y tintos, y también licorosos tradicionales, mistelas, rancios y dulces naturales. Generalmente, sus producciones tienen un aire moderno e innovador, de color atractivo, de intensidad aromática media y acidez moderada. Los blancos son ligeros y afrutados, y los tintos, potentes y equilibrados.Todos estos vinos pueden conocerse y probarse en la Mostra de Vins i Caves de Catalunya, que tiene lugar en Barcelona a mediados de septiembre.Muchos de los viñedos de la Denominación de Origen Catalunya se encuentran en torno a monasterios de la Edad Media, como los de Montserrat, Santes Creus, Poblet o Sant Pere de Rodes. Ello es debido a que, en muchos casos, los monjes eran quienes tenían los permisos reales para producir vino.Asimismo, los vinos de esta denominación se pueden conocer visitando las bodegas en las que empezaron a elaborarse. Destaca la bodega cooperativa de L'Espluga de Francolí (1913), diseñada por Domènech i Muntaner. El Celler Sumarroca posee en Banyeres del Penedès la Heretat Sabartés, con una finca modernista de finales del siglo XIX. Las bodegas de Can Suriol proponen una visita guiada que empieza en una capilla del siglo XIV propiedad de la familia Suriol, en el pueblo de Font-rubí.Totalmente diferente es la bodega Jean León, inspirada en la arquitectura americana de los años sesenta, diseñada por Domingo Triay e integrada en el paisaje de las viñas. Se encuentra en el término municipal de Torrelavit.