Actualmente, la extensión de la DO Alella se ha ampliado a territorios como Santa Coloma de Gramenet, Badalona o Calella. Las viñas de esta denominación crecen en un terreno arenoso de origen granítico y color blanco, el sauló. De gran permeabilidad, facilita la maduración de los frutos y aporta finura a los vinos. Se sitúan en dos vertientes: por la fachada litoral, distribuidas a los regazos en parcelas escalonadas; o protegidas por la Cordillera Litoral, en relevos suaves.Estos terrenos tienen un clima mediterráneo, bastante húmedo; dada la proximidad de la costa. La brisa marina da forma a las viñas. También se benefician de una temperatura mediana anual de 15 °C y de unas precipitaciones concentradas en otoño y la primavera.La variedad más característica es la pansa blanca, una uva parecida al xarello. Esta uva produce unos vinos blancos perfumados y brillantes, que se comercializan bajo la tradicional marca Marfil. En cuanto a los vinos tintos, se emplea fundamentalmente la variedad garnacha negra.La Denominació d'Origen Alella es reconocida sobre todo por la calidad de los vinos blancos: ligeros, perfumados, elegantes y cristalinos, con paladar amable y muy armónicos. Los tintos son normalmente afrutados y suaves. La producción media es de 8.000 hectolitros. Históricamente, esta zona abastece a la ciudad de Barcelona.Algunos de estos vinos suelen elaborarse en masías urbanas construidas siempre sobre las laderas de las montañas. Destaca especialmente la cooperativa Alella Vinícola, fundada en 1906. Su bodega es obra del arquitecto modernista Jeroni Martorell i Terrats. Normalmente puede visitarse durante el mes de septiembre, al empezar la vendimia.