1. Apasiónate por la gastronomía Si te gusta comer y beber bien, en cada lugar y en cada momento, en cualquier época del año, Cataluña es un país que vive la gastronomía. En las fiestas populares, en los mercados de agricultores, en las lonjas de pescadores, en las viñas y en las bodegas, en las mesas de los restaurantes, en la placidez del hotel rural, en la vitalidad de las grandes ciudades… A los catalanes nos gusta comer y beber, siempre. Comparte esta pasión y vivirás en un territorio que tiene mucho que explicarte. 2. Prueba el sabor de la historia El recetario catalán es el resultado de siglos de tradiciones y herencias diversas. Griegos y romanos, sarracenos, judíos, la influencia mediterránea, el descubrimiento del nuevo mundo… Las raíces de la cocina catalana se adentran en las profundidades de la historia y del tiempo. Un alma ecléctica con una mirada valiente hacia el futuro, sin olvidar el pasado. Únicos también son nuestros vinos y cavas, herederos de un patrimonio y una tradición que aún perviven en nuestro presente. 3. Descubre los héroes de la despensa Generación tras generación, ellas y ellos han guardado el sabor de la tradición, preservando la esencia de nuestro recetario. Han cuidado del paisaje y han dinamizado la comunidad local. Nada sería posible sin los agricultores, los ganaderos, pescadores, los viticultores y los pequeños productores que han hecho de esta cultura una auténtica artesanía. Y el resultado que han conseguido estos héroes de la despensa son productos de calidad, vinculados al territorio y herederos de un pasado rico. Son los guardianes del sabor y conocerlos está a tu alcance. 4. Vive experiencias únicas de la mano de los cocineros de puro genio Explora los límites de la cocina de vanguardia. Prueba creaciones imposibles que hacen volar la imaginación, pero también te reconfortan con la cocina de sabores populares… Que la revolución gastronómica impulsada por Ferran Adrià y El Bulli tuviera lugar en Cataluña no fue casualidad. El talento y el espíritu innovador definen una generación de cocineros de puro genio que han llevado la cocina a su máxima expresión. Ya sea en restaurantes de alta cocina como en propuestas más informales, Cataluña es el país donde conocer las antiguas tendencias y vislumbrar cómo será la gastronomía del futuro. 5. Saborea una cocina para todos los paladares En pocos lugares hallarás tanta diversidad de paisajes como cocinas diferentes por explorar. La cocina suculenta y consistente de alta montaña, los arroces marineros, las cazuelas de campesino, la caza, el mar y montaña, el pan con tomare, el allioli y la samfaina, los cocidos, la pastelería y las mil formas del chocolate, los desayunos de tenedor, las recetas de la abuela, la alta cocina, las tapas, las cervezas artesanas, vinos y cavas para hacer volar la imaginación… ¿Sabes por dónde empezar? 6. Olvídate de los tópicos Sí, en Cataluña encontrarás paellas, tapas, sangrías y todos los demás tópicos que conoces. Pero detrás hay una identidad gastronómica por descubrir. Se valiente, déjalos atrás, explora la cocina y los vinos locales y descubrirás el carácter de un país milenario cargado de historia y de leyenda, de arquitectura majestuosa, de naturaleza, de aventura, de ocio y de cultura. Una cocina y una gastronomía de fuerte personalidad que te dejarán huella. 7. Adéntrate en la gastronomía catalana más allá de Barcelona Barcelona lo tiene todo: el revuelo, la vitalidad, el dinamismo y una oferta que la convierte en un destino obligatorio para los amantes de la cocina y del vino. Pero detrás de la capital catalana hay todo un país para descubrir. Rincones de naturaleza inimaginable, pueblos medievales detenidos en el tiempo, arquitectura sorprendente y también un mosaico de cocinas, productos y artesanos que no salen en las guías. Escápate fuera de Barcelona y descubre la variedad y riqueza de la cocina catalana. 8. Recorre el país de copa en copa Los vinos largos y persistentes del Priorat y los cavas de burbuja fina y vibrante son solo la cara conocida de una escena vinícola apasionante. Pero aún hay más: bodegas de prestigio, viticultores familiares, variedades únicas... Sigue las Rutas del vino, descubre paisajes de viticultura imposible, disfruta del enoturismo de más calidad, prueba grandes vinos y saborea el carácter de unas variedades que solo encontrarás aquí. Hay una tradición y un patrimonio milenario que hacen posible la singularidad de los vinos catalanes. 9. Adéntrate en el país del aceite Arraigados en Cataluña desde tiempos inmemoriales, los olivos son testigo vivo de nuestra historia y nuestra identidad. Unos aceites de calidad extrema, intensos, verdes y afrutados, de carácter fuerte y perdurable son la puerta de entrada a algunos de los rincones rurales más genuinos del país. Las aceitunas y su aceite no solo marcan el carácter de nuestra cocina, sino que también definen maneras de vivir que son el origen de muchas tradiciones locales. ¡Prueba la vida en el país del aceite! 10. Disfruta de la sobremesa sin prisas Porque la vida se endulza siempre alrededor de la buena mesa. La buena comida, la mejor bebida y una compañía amable hacen que los momentos vividos aquí tomen consistencia. Ser feliz, descubrir, aprender, compartir, pasarlo bien. En Cataluña es posible.