El legado megalítico y románico de Llançà La defensa contra los ataques piratas durante los siglos XII y XIII marcó el pasado de esta villa marinera. El mirador del islote del Castellar ofrece unas grandes vistas del parque natural del Cap de Creus. Al lado de Llançà se encuentra el paraje natural de la sierra de la Albera. Este espacio natural esconde un gran tesoro megalítico: una concentración de menhires y dólmenes considerada una de las más importantes de Cataluña. El entorno natural de Llançà invita a practicar todo tipo de actividades y hacer rutas a pie o en BTT, como el sendero GR92. Este recorrido de 7 km bordea el litoral y pasa por playas de gran belleza, como la del Cau del Llop. L'Escala: anchoas y un legado grecorromano En L'Escala se instalaron los griegos y los romanos, tal como evidencia el yacimiento arqueológico de Empúries. En esta villa marinera nació la escritora Caterina Albert, conocida como Víctor Català. A través de una ruta literaria se pueden visitar su casa natal en l’Alfolí de la Sal y otros lugares que inspiraron su obra. Paseando por las calles de L'Escala encuentras playas como la de Montgó, que todavía conserva la torre de defensa construida el 1598 por orden del rey Felipe I. Disfruta también de su tesoro gastronómico: las anchoas, un producto que tiene su propio museo ubicado en el antiguo matadero. L’Estartit: los pescadores de las islas Medes Esta villa marinera siempre ha estado ligada al mar. En la calle de Santa Anna, se encontraba La Perola, un local donde los pescadores teñían las redes para oscurecerlas y que fueran más eficientes a la hora de capturar los peces. La reserva natural de las islas Medes, principal atractivo de la villa, es una zona marina protegida y una de las reservas de flora y fauna marina más importantes del Mediterráneo y de todo Europa. Aquí los amantes del submarinismo contemplan increíbles prados de posidonia, corales, estrellas de mar, etc. El parque natural del Montgrí, les Illes Medes i el Baix Ter organiza rutas para conocer la tortuga de agua dulce. Practica una gran variedad de deportes acuáticos en la estación náutica L’Estartit -Illes Medes. Begur: una villa marinera de cine La esencia marinera se respira por todos los rincones de Begur. Paseando por las calles de su centro histórico descubres las casas de los indianos, habitantes de Begur que marcharon a Cuba a hacer fortuna. Los edificios se pueden visitar haciendo la Ruta de los Indianos de Begur. Las pequeñas casas de pescadores que se conservan en las calas de Sa Riera y Sa Tuna también son testimonio de la estrecha relación de la villa con el mar. Disfruta del litoral de Begur recorriendo el camino de ronda que bordea la costa y visita los lugares donde se rodaron películas durante los años 60 y 70 con estrellas como Elizabeth Taylor. Acaba la visita disfrutando del pescado de roca en un restaurante a pie de playa. Es una joya culinaria de la villa que merece una buena degustación. El paraíso marinero y las habaneras de Calella de Palafrugell Escuchar una cantada de habaneras en la playa del Port Bo y pasear por el conjunto histórico son dos actividades muy recomendables cuando visitas Calella de Palafrugell. El legado de Josep Pla, hijo de la villa, es el protagonista de su oferta cultural. Visita la Fundación Josep Pla, que promueve el conocimiento de su obra a través de visitas guiadas, exposiciones y talleres. Al lado de la villa se encuentra el espacio natural protegido de Castell-Cap Roig, que cuenta con un jardín botánico con más de 1.000 especies, repleto de esculturas de artistas contemporáneos como Jaume Plensa o Xavier Corberó. También puedes hacer el camino de ronda que va de Llafranc a Cap-Roig y saborear una garoinada, un plato de erizos de mar típicos de la Costa Brava. Palamós: villa marinera por excelencia Palamós ofrece patrimonio, playas, tradición y gastronomía a partes iguales. Adéntrate en su tradición marinera visitando la subasta del pescado en la Llotja y el Museo de la Pesca. Prueba la famosa gamba de Palamós y aprovecha para conocer el Espacio del Pescado y la cocina de los pescadores en las barcas. Palamós también tiene un gran atractivo cultural. En una pequeña península en el extremo de la playa del Castell se pueden contemplar los restos de un poblado ibérico del siglo VI a. C. El núcleo antiguo de Palamós también es una auténtica joya. Haz un recorrido por varias plazas emblemáticas, como la plaza Murada, con grandes vistas de la bahía, o la del Pedró, desde donde puedes observar el puerto deportivo. Un viaje por la historia en Tossa de Mar Tossa de Mar es conocida por sus playas y calas en un entorno natural prácticamente virgen. Los romanos eligieron este lugar privilegiado de la Costa Brava para construir la ciudad de Turissa en el siglo I a. C. Durante la Edad Media, su casco antiguo se configuró como un recinto fortificado, el único de estas características que se conserva en el litoral catalán. Paseando por el centro de la villa puedes visitar la capilla blanca de la Virgen del Socorro, la casa Sans, de estilo modernista, y hacer una parada en la playa del Reig para admirar la panorámica del cabo de Tossa. El plato por excelencia de la villa es el cim i tomba, un guiso de pescado, patata y alioli que cocinaban los pescadores cuando salían al mar. Escoge por qué villa marinera de la Costa Brava empiezas la visita.