Se trata de una fruta muy apreciada, que fue introducida a esta población del Maresme desde la Cataluña del Norte y el Empordà hacia finales del siglo XIX, por dos hermanos mineros que se apellidaban Roca y que habían ido a trabajar.La cereza de Roca es una de las variedades de cereza más tardías, por lo que se pueden encontrar en el mercado desde finales de junio hasta finales de julio. Tiene una textura final, con un rabillo verde y grueso, y una semilla grande y leñosa. Es muy apreciada por sus cualidades organolépticas. Como el resto de cerezas, destaca por su dulzor y es rica en antioxidantes.