En los alojamientos, es donde se percibe más claramente esta sensibilidad pet-friendly. En Cataluña, encontrarás más de 800 hoteles, hostales y casas rurales que aceptan animales de compañía, a menudo sin coste adicional. Están distribuidos por toda la geografía catalana, de modo que podrás disfrutar de muchas experiencias con tu mascota, ya sea junto al mar, en la montaña o en la ciudad. Eso sí, es recomendable consultar las condiciones concretas sobre la presencia de animales con cada alojamiento, porque puede haber restricciones por peso o en determinados espacios. El sistema de transporte público también tiene en cuenta esta simpatía hacia las personas que viajan con animales de compañía. Por ejemplo, en la ciudad de Barcelona, los perros pueden acceder a la red de metro, salvo en las horas punta de lunes a viernes. Las razas más pequeñas, así como gatos y pájaros, también pueden acceder al tranvía y a los autobuses siempre que sea en una jaula de transporte. Eso sí, en el caso de los perros, es obligatorio el uso de bozal y de una correa no extensible de menos de 50 centímetros. En la red de trenes de Cercanías y media distancia, puede entrar una mascota por viajero; mientras que en la mayoría de trenes de larga distancia y alta velocidad se pueden llevar en una jaula perros, gatos, hurones o pájaros si pesan menos de 10 kilos, y también se puede viajar con perros de hasta 40 kilos, si se cumplen una serie de requisitos. De esta forma, Cataluña estará a tu alcance y al de tu mascota. Podréis disfrutar juntos de una estancia adaptada a la presencia de animales. Algunos espacios emblemáticos se pueden visitar en compañía canina, como es el caso del Park Güell de Barcelona. Pero Cataluña ofrece mucho más a las personas que viajan con mascotas. Los paisajes, caminos y espacios naturales del territorio invitan a disfrutarlos con quienes muchas personas consideran un verdadero amigo o un miembro más de la familia. Hacer rutas senderistas en los Pirineos, montar en bicicleta por el Delta del Ebro o cubrir el camino de ronda en la Costa Brava o la Costa Dorada con vistas continuas sobre el Mediterráneo son experiencias que puedes disfrutar de la mano de tu mascota sin preocuparte por las restricciones. Además, en la costa, el acceso de perros a la playa es cada vez más flexible. Actualmente, más de la mitad de los municipios costeros catalanes disponen de espacios especiales en sus playas para que los perros puedan disfrutar de la arena y el agua del mar. Se recomienda consultar horarios y posibles restricciones con cada Ayuntamiento.