El enoturismo te permite descubrir el mundo de los vinos, así como vivir experiencias únicas, conectar con la historia de las bodegas y disfrutar de los paisajes. Todos los vinos hablan, pero los de Cataluña lo hacen de una manera especial. La vida está llena de pequeños detalles que hacen que sea emocionante. Abrir una botella de vino catalán para degustarla en buena compañía o para acompañar una buena comida es uno de esos pequeños momentos que pueden ser grandes recompensas. Vive las diferencias que aportan las 11 denominaciones de origen de vino y una de cava. DO Alella: Los vinos urbanos Cerca de Barcelona y el Mediterráneo, la DO Alella es la más pequeña de Cataluña. Combina un patrimonio vitivinícola excepcional con una amplia y vibrante oferta enoturística. La pasa blanca es la variedad principal con la que elaboran sus vinos. Encontrarás una gran variedad de blancos, espumosos, negros y dulces con una marcada mineralidad, un punto salino y la suavidad que le da la brisa mediterránea. Da un trago a unos vinos con historia a un paso de Barcelona. DO Cataluña: El espíritu inquieto Somos un país de vino y bajo este sello se elaboran auténticas joyas que nos hablan de terruños insólitos, variedades antiguas y una viticultura sin complejos. La DO Cataluña es una denominación que comprende toda la geografía catalana y que convive con el resto de denominaciones. Cuenta con viñas en más de 400 poblaciones. Explorarlas supone abandonar los caminos previsibles para adentrarse en el terreno de las sorpresas inesperadas. DO Cava: La sublimación de un sueño El cava es el espumoso catalán. Una historia iniciada en el siglo xix por unos soñadores obsesionados con perfeccionar el método champenoise. Explorar su origen es adentrarse en un universo hecho de posibilidades: de cavas refrescantes y agradables a joyas delicadas nacidas de las largas crianzas. Pasear por las bodegas DO Cava, donde reposan las vinificaciones de macabeo, xarel·lo y parellada, es constatar cómo unos viticultores de tradición centenaria han hecho del método tradicional sinónimo de sofisticación y refinamiento. DO Conca de Barberà: Mirando al pasado para afrontar el futuro El Monasterio de Poblet —Patrimonio de la Humanidad de la Unesco—, la importancia de los vinos elaborados por los monjes que llevaron la tradición a la zona, las cooperativas vitivinícolas y la huella modernista en los edificios que estas levantaron definen el pasado de una DO con mucho atractivo. La DO Conca de Barberà ha convertido el trepat, variedad autóctona de la región, en su insignia. Hoy, su recuperación y el vivero de bodegueros constatan la vitalidad de unos viticultores que elaboran vinos con personalidad, que hablan de tradición y futuro. DO Costers del Segre: La sorpresa que espera La DO Costers del Segre es la DO más alejada del mar. Te invita a explorar la variedad de sabores originados en territorios muy diversos: los bancales de piedra seca en las Garrigues y el Valle del Corb, los de la Plana de Lleida y los de las montañas del Pallars, a más de mil metros de altitud. Son vinos continentales, con personalidad. Entre las variedades autóctonas destacan la garnacha, el trepat, el macabeo y la parellada. Sus vinos son una caja de sorpresas en una Cataluña interior por descubrir. DO Empordà: La pureza mediterránea Fueron los comerciantes griegos y fenicios quienes introdujeron la viña y el vino en Cataluña, y lo hicieron en el territorio de la DO Empordà. Con garnachas con solera, vinos corpóreos de mazuela y tempranillo, dulces, blancos, rosados y negros, el Empordà ofrece una variedad vitivinícola dinámica en un paisaje espectacular, cargado de arte y leyenda. Combinada con el espíritu alocado de la Costa Brava, la oferta enoturística es toda una experiencia que se integra con una gastronomía de prestigio. DO Montsant: El vino criado a cobijo de la montaña La DO Montsant se ha convertido en un tiempo récord en una de las denominaciones más prestigiosas. Es un reflejo fiel de la austeridad y el afán de sus viticultores. En ella encontraréis vinos de crianzas calmadas, largas y persistentes con la cariñena y la garnacha como variedades principales, en un paisaje adusto, marcado por las terrazas de llicorella, abrigado por las montañas de la sierra del Montsant y la tranquilidad de la vida rural más genuina. DO Penedès: A gusto de todo el mundo Situada a 30 minutos de Barcelona, es una zona vitivinícola de gran diversidad paisajística, con viñas interiores y costeras, rica en patrimonio arquitectónico e histórico. Además, es la denominación con mayor producción de vino de Cataluña. Incluye joyas modernistas como monasterios, castillos y bodegas. Es la patria del xarel·lo y la malvasía de Sitges. Aquí hay algunas de las grandes sagas de viticultores, que han elaborado vinos generación tras generación. Los vinos blancos de la DO Penedès son sinónimo de innovación y modernidad, complementados por vinos tintos afrutados nacidos en bodegas centenarias con una rica historia. Bajo la mirada de Montserrat, la oferta enoturística de la región está consolidada y ofrece actividades para todos los gustos. DO Pla de Bages: La historia que revive La DO Pla de Bages dispone de un patrimonio vitivinícola único en Europa. Lagares medievales, prensas centenarias, miles de barracas y tinas de piedra seca, construidas durante siglos para vinificar a pie de viña, son un testigo de excepción del vigor histórico del cultivo de la viña en esta denominación. La recuperación de este patrimonio en los últimos años muestra el impulso de unos viticultores que han recuperado la viña después de una larga ausencia. Han revalorizado variedades, como el picapoll y el cabernet, con las cuales se elaboran vinos singulares. DOQ Priorat: La leyenda del tiempo En esta tierra la viticultura ha sido siempre una heroicidad por su orografía. El Priorat, con sus laderas pronunciadas, piedra y viñas, ofrece vinos de garnacha vieja y cariñena de intensidad, expresión y poder inigualables. Se graban en la memoria y por eso han conseguido un gran reconocimiento internacional. Hace 30 años un grupo de viticultores hizo una revolución enológica para poner en valor la DOQ Priorat. Renovaron los vinos catalanes y españoles. Hoy, una constelación de pequeñas bodegas apuesta por la singularidad de la llicorella, la pizarra local, que da lugar a vinos de gran expresión. DO Tarragona: La sabiduría de los clásicos El patrimonio vinícola de la DO Tarragona nos transporta a la era gloriosa de Tarraco como capital romana, reconocida por su vino en todo el Mediterráneo. Hoy, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco, Tarragona continúa siendo un epicentro de la cultura vinícola, con vinos que se extienden desde la costa mediterránea hasta los interiores rurales y las Tierras del Ebro. Las cooperativas modernistas son testigos arquitectónicos activos, junto a pequeñas bodegas e innovadoras apuestas por vinos naturales. Es también cuna del vermut. No os perdéis sus mistelas, moscateles, vinos de misa y vinos rancios, expresando el carácter suave y mediterráneo de la región. DO Terra Alta: Una identidad hecha de vino El espíritu mediterráneo y la autenticidad de la vida rural, que ha sabido conservar su manera de ser y hacer, enamoró a Picasso. Los vinos de la DO Terra Alta son unos vinos originales, donde destacan los de garnacha blanca, la estrella de una paleta de variedad, así como unos tintos monovarietales de morenillo y mazuelo. Si buscas un enoturismo auténtico y genuino, la Terra Alta no te decepcionará. Descubre una gran variedad de vinos que guardarás en la memoria. Cataluña te espera.