La calabaza es una cucurbitácea de cáscara anaranjada y dura y pulpa adulzonada y de un naranja brillante. El 90 % de su composición es agua y el resto son carbohidratos y fibra, con poco contenido calórico. Entre las numerosas variedades que se cultivan en Cataluña, destaca la calabaza de "ferro" (hierro) de Osona, con un exterior de tonalidades verdosas pálidas y distinguida con el sello de producto singular.En la cocina, es un producto muy polivalente: tanto se puede convertir en una crema como transformarse en el relleno de unos postres dado su dulzor. También es idónea para comer estofada o al horno. Asimismo, sus semillas son igualmente comestibles: se elabora aceite con ellas y también se pueden consumir secadas o tostadas como pipas.