La berenjena blanca es una variedad poco común, que ha sobrevivido a lo largo de los años cultivada en pequeñas extensiones en los huertos de la zona del Bages. Actualmente, en cambio, los payeses de la comarca la han recuperado como producto singular y de alta calidad. Se puede encontrar en algunos mercados desde finales de la primavera, en verano y en otoño. Eso sí, sus particularidades hacen que sea de difícil conservación y se debe consumir rápidamente.Es ideal para cocinarla escalivada, al horno, hervida o salteada. La berenjena blanca tiene un sabor más suave que el de la variedad negra, con una carne melosa y agradable textura para el paladar, y es un buen complemento dentro de la dieta mediterránea.