Reconocidos desde 2010 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, los castells son uno de los emblemas más relevantes de la cultura catalana. Su origen se remonta al siglo XVIII al Camp de Tarragona, aunque que actualmente se pueden encontrar colles castelleres por todo el territorio. Hay más de un centenar y, a lo largo de la temporada, se celebran decenas de dias cada fin de semana por toda la geografía catalana. Se calcula que cada año se pueden llegar a levantar unos 10.000 castells. Asistir a una festividad castellera es una de las experiencias más increíbles que podrás vivir en Cataluña. Muchos pueblos y ciudades celebran estos actos entre primavera y otoño. A menudo están vinculadas a las fiestas mayores de cada localidad, por lo que se hacen en un ambiente de celebración y alegría, del que también podrás disfrutar. Castellers: más que una tradición, un sentimiento Se suele decir que para hacer castells hace falta fuerza, equilibrio, valor y sensatez. Pero el casteller va mucho más allá y muestra unos valores que como espectador también podrás vivir en la plaza. El esfuerzo, la amistad, la solidaridad, la superación, la unidad… todo esto y mucho más transmiten las colles castelleres. Son como grandes familias formadas por pequeños y grandes que trabajan por un objetivo común. En una fiesta castellera vivirás momentos de gran emoción, desde el silencio sepulcral de las plazas donde se reúnen cientos de personas a la hora de levantar el castillo hasta la alegría compartida en un estallido de alegría cuando ya se ha descargado la construcción. Todo ello acompañado por el sonido de las grajillas y los timbales. Desde la plaza podrás vivir este espectáculo en primera persona, a pocos metros de los castillos. Incluso podrás ayudar a cerrar filas y poner tu pequeño granito de arena. Porque uno de los valores del mundo casteller es que está abierto a todo el mundo. Cataluña siente esta tradición única como un orgullo, uno de sus rasgos identitarios que quiere dar a conocer al resto del mundo. Los integrantes de las colles dedican muchas horas a ensayar y preparar los festejos, que normalmente se celebran los fines de semana y los días festivos. Una de las marcas de identidad del hecho casteller es la indumentaria, con pantalón blanco, faja, pañuelo y camisa, que puede ser de diferentes colores según el grupo. La mayor parte de agrupaciones suelen realizar construcciones de siete u ocho pisos, pero las más destacadas llegan a hacer torres humanas de nueve y diez. En cada día, cada grupo hace tres castillos y se acaba con una ronda de pilares. Ciudades y "diades castelleres" que no te puedes perder Algunas ciudades o pueblos tienen más de un grupo casteller. En Barcelona, por ejemplo, hay ocho; y en Tarragona, cuatro. En esta última ciudad, hay algunas de las colles más importantes, como la Jove o los Xiquets de Tarragona, junto con las colles Vella y Jóvenes de los Xiquets de Valls, los Castellers de Vilafranca y los Minyons de Terrassa. Por tanto, si quieres ver las construcciones más espectaculares, no puedes perderte las actuaciones de alguna de estas agrupaciones. Igualmente, si quieres disfrutar de las mejores diadas, hay ciertas fechas que debes tener marcadas en el calendario. Es el caso de Sant Joan en Valls, en junio; el Día de las Nieves en Vilanova, en julio; San Félix en Vilafranca, en agosto; Santa Tecla en Tarragona, en septiembre; o Santa Úrsula en Valls, en octubre. El gran concurso "casteller" de Tarragona Pero el gran evento del mundo casteller es el Concurso que se celebra cada dos años en Tarragona. Durante tres jornadas, casi una cincuentena de grupos se dan cita para conseguir imponerse en las tres categorías del concurso. Los doce mejores grupos se encuentran el primer domingo de octubre en la antigua plaza de toros en un espectáculo único, lleno de rivalidad, emoción y alegría que resume a la perfección el hecho casteller. Todo esto hace de los castells una de las tradiciones más emocionantes de Cataluña.