En Cataluña encontrarás infinidad de parajes diferentes que puedes recorrer en moto: playas y acantilados en el Mediterráneo, los valles pirenaicos que discurren entre gigantes de piedra o un interior rural donde podrás moverte entre viñedos, olivos o campos de cereales. Además, hagas la ruta que hagas, en nuestra tierra seguro que te encontrarás con algún monumento o lugares de interés cultural, histórico o arquitectónico. Castillos, pueblos con encanto, yacimientos de diferentes épocas... aprovecha el viaje para disfrutar de tu afición al motor y también para descubrir Cataluña a través de su patrimonio. Cataluña es una tierra en la que la afición a las motos está muy arraigada. Encontrarás infinitas posibilidades de rutas y seguro que encuentras alguna que se adapta a lo que buscas. Aquí te hacemos 7 propuestas que te permitirán conocer algunos de los atractivos más interesantes de nuestro territorio. Seguro que te sorprenderán. 1. Montserrat y sus alrededores Situada a tan solo 70 kilómetros de Barcelona, la montaña de Montserrat es uno de los destinos más populares para los catalanes aficionados a las motos. Una ruta perfecta para dedicarle un día, o incluso unas horas, porque llegar hasta Montserrat es muy sencillo. Poco después de haber dejado atrás el área metropolitana de Barcelona, nos toparemos con un paisaje donde la carretera serpentea siguiendo las paredes de piedra que nos avisan de que Montserrat ya está cerca, mientras al otro lado nos acompaña el río Llobregat. Ya en la montaña, podrás subir hasta el monasterio benedictino de Montserrat, que nos regala unas vistas espectaculares de toda la zona. Por el camino de regreso, aconsejamos cambiar la ruta y bajar por las zonas del Bages o Anoia, que nos permitirán hacer una pequeña cata de los paisajes típicos del interior de Cataluña. Eso sí, la silueta de Montserrat no nos va a abandonar y será siempre testigo de nuestra ruta. 2. Ruta transpirenaica en Cataluña en moto Una de las rutas más tradicionales y conocidas entre los amantes de las motos, de esas que hay que hacer al menos una vez en la vida. La ruta transpirenaica atraviesa los Pirineos, desde el mar Mediterráneo hasta el Cantábrico. El tramo catalán pasa por las provincias de Lleida y Girona. Se trata de la mejor forma de descubrir los paisajes de alta montaña de nuestra tierra con toda su diversidad. Pasarás de la abrupta costa del Empordà y el ambiente rural del Ripollès o la Cerdanya en las carreteras con vistas espectaculares que nos llevan de la Seu d'Urgell a Sort; del vertiginoso trazado del puerto de la Bonaigua a los parajes singulares que nos regala la Val d'Aran. Podrás descubrir pueblecitos con casas de piedra y tejados de pizarra, cascadas y bosques, y disfrutar de las vistas desde las carreteras más altas de los Pirineos catalanes. 3. La ruta motorista por el Empordà El Empordà es tierra de masías y vinos, pero también se respira un marcado ambiente marinero en la costa, sin olvidar el protagonismo de la cultura y el arte, con la figura universal del gran Salvador Dalí. Podemos iniciar nuestro recorrido en Port de la Selva y después seguir la huella de Dalí en Cadaqués y Figueres. Las suaves carreteras del interior nos invitan a descubrir pequeños pueblecitos como Garriguella o Espolla entre viñedos de la DO Empordà. Y, cuando bajemos hacia el sur, nos encontraremos con la majestuosidad natural de los humedales del Empordà y con el encantador pueblo de Peratallada antes de continuar el camino hacia la Costa Brava más auténtica, llena de acantilados y pequeñas calas en Begur, Calella de Palafrugell o Palamós. El Empordà tiene mar y montaña, paisajes rurales y entornos urbanos, arte y pueblecitos encantadores... una ruta que te ofrece de todo. 4. Descubriendo la Costa Daurada y sus colores El Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre te ofrecen paisajes variados, atractivos turísticos y culturales, buena gastronomía y una climatología favorable que invita a recorrer sus carreteras en cualquier época del año. En el norte de Tarragona, aconsejamos iniciar el recorrido entre las playas de Torredembarra y Altafulla. Desde allí, nos dirigimos hacia Tarragona para contemplar su legado romano y podemos seguir disfrutando de las playas de la Costa Daurada en localidades como Salou o Cambrils. Yendo hacia el sur, será el momento de girar hacia el interior por las sierras de Llaberia y Cardó-el Boix para volver a mirar hacia la costa siguiendo el río Ebro a través de localidades como Miravet, Benifallet o Tortosa. El Parque Natural del Delta de l’Ebre será el mejor escenario para terminar nuestra ruta, de nuevo junto al mar, en un entorno natural único. 5. Ruta motorista por el Montseny El Montseny es una de las zonas montañosas más accesibles de Barcelona. Un lugar ideal para pasar una jornada entretenida sobre dos ruedas, disfrutando de la carretera y de parajes naturales encantadores a solo un rato de la capital catalana. Una de las formas más fáciles de entrar en el parque natural es desde Sant Celoni. Desde allí se puede completar una interesante ruta por estrechas carreteras rodeadas de bosques y montañas pasando por localidades como Seva o Viladrau. En esta ocasión, dejaremos el punto más emblemático de la ruta para el final, con la subida hasta el Turó del Home. Podéis dejar las motos en el aparcamiento situado a poca distancia de un pico que nos ofrece unas vistas que van desde el mar Mediterráneo hasta los Pirineos. 6. Recorriendo la zona volcánica de la Garrotxa ¿Te imaginas poder rodar con tu moto por carreteras que pasan entre volcanes ya extinguidos? En la Garrotxa podrás hacerlo. Es una comarca de atractivos naturales singulares, de paisajes que invitan al paseo y a dejar pasar las horas entre bosques y colinas. La mejor manera de empezar esta ruta es desde Banyoles, donde podemos hacer una breve parada en su lago. Desde aquí tomaremos la carretera que nos lleva hasta Olot pasando por Santa Pau, atravesando el corazón del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Durante la ruta, detente todas las veces que quieras. El paisaje lo vale, sobre todo en otoño. 7. La Sierra de Collserola Si solo tienes unas horas libres o no quieres alejarte mucho de Barcelona, puedes coger tu moto y hacer una ruta por el Parque Natural de la Serra de Collserola. Te sorprenderá encontrar un sitio como este a tan poca distancia de la capital catalana. Aquí dispones de kilómetros de carreteras para hacer rutas y visitar lugares como Vallvidrera, Tibidabo, Sant Cugat del Vallés o la torre de Collserola. Además, podrás detenerte en algunos de los muchos miradores que encontrarás de camino, con unas vistas espectaculares de Barcelona. Por su paisaje y cercanía a la ciudad, Collserola se ha convertido en un auténtico punto de encuentro para los amantes de las motos.