1. Montblanc Una de las poblaciones más emblemáticas en cuanto al patrimonio medieval catalán es Montblanc. Este municipio de la provincia de Tarragona se ha convertido en un referente de conservación y promoción del patrimonio. Pasea por su casco histórico y descubre sus rincones, admira sus murallas y edificios históricos y viajarás en el tiempo hasta adentrarte en el mundo medieval. Durante el mes de abril se celebra la Setmana Medieval de Sant Jordi (Semana Medieval de San Jorge). Entre las muchas actividades que se organizan encontrarás uno de los mercados medievales más auténticos de Cataluña. No en vano, según cuenta la leyenda, en las calles de Montblanc, ¡Sant Jordi mató al dragón y rescató a la princesa! 2. Besalú Cruza a pie el impresionante puente que da acceso al centro histórico de Besalú e imagínate cómo debían hacerlo los caballeros medievales, o qué ambiente se respiraría con los campesinos y los mercaderes llevando arriba y abajo sus productos y mercancías. En pocos sitios encontrarás una entrada tan espectacular como la de esta población de la Garrotxa, en la provincia de Girona. Además, Besalú cuenta con grandes atractivos arquitectónicos como el puente anteriormente comentado, la iglesia de Sant Vicenç o el monasterio de Sant Pere. Toda una experiencia en una tierra mágica, llena de leyendas, de volcanes y de una única exuberancia natural. 3. Pals En la Costa Brava encontrarás uno de los pueblos más pintorescos por el extraordinario trabajo de conservación de su casco histórico. Pals es una joya que merece ser admirada con tranquilidad. Piérdete por sus calles empedradas y te transportarás a un pasado lejano. Además, desde esta población ampurdanesa contemplarás una de las vistas más espectaculares de la llanura y de la Costa Brava, con las islas Medes de fondo. Todo un espectáculo para los sentidos que convertirá tu visita a Pals en una experiencia inolvidable. 4. Begur Y no dejamos la Costa Brava, porque muy cerca está Begur, uno de los pueblos medievales de Cataluña más particulares por su ubicación costera y por sus calles sinuosas y estrechas. La población se extiende en torno al imponente castillo medieval del siglo xi y, además, todavía conserva algunas de las antiguas barracas de pescadores, uno de los principales recursos económicos de esta localidad a lo largo de toda su historia. En Begur verás de primera mano cómo era la vida en una población costera de la época medieval. Haz volar la imaginación y déjate sorprender por su encanto incomparable. 5. Rupit Situada en la comarca de Osona, en Rupit puedes pasear por las calles y admirar sus espectaculares casas de piedra, cruzar el puente colgante que te transportará a la época medieval y disfrutar de la mejor gastronomía tradicional catalana. Todo ello en un entorno natural privilegiado con el macizo del Collsacabra como máximo exponente. Muy cerca también puedes visitar el salto de Sallent, el salto de agua más alto de Cataluña. Desde Rupit puedes iniciar numerosas rutas de senderismo para todos los niveles y todas las edades. En esa población confluyen el mundo medieval, la tradición gastronómica y un entorno natural único. Toda una experiencia integral que no puedes perderte. 6. Monells Cruïlles, Monells y Sant Sadurní de l’Heura son tres pequeños términos del Baix Empordà que se fusionaron en un solo municipio en la década de 1970. Los tres conservan un increíble legado medieval que debes conocer y visitar. Pasear por el centro histórico de Sant Sadurní, visitar el monasterio de Sant Miquel de Cruïlles o el castillo de Monells son algunas de las propuestas de estas poblaciones medievales catalanas que se encuentran en un entorno natural único, junto a la Costa Brava. Monells es un monumento en sí mismo y una de las localidades más bellas y con mayor encanto de todo el territorio catalán. No es la más conocida, pero si la visitas, la recordarás para siempre. 7. Peratallada El Empordà y la Costa Brava son zonas privilegiadas por su entorno natural y su legado patrimonial. Puedes visitar varios pueblos medievales, y uno de ellos es Peratallada. Aquí encontrarás un ejemplo paradigmático de conservación de la estructura del pueblo medieval, con sus calles estrechas, su plaza porticada, su elegante castillo, su muralla y su foso que rodean todo el casco antiguo. La Fira Medieval de Peratallada (Feria Medieval de Peratallada) te ofrece, además, la oportunidad de disfrutar de productos de todo tipo para acercarte a este período histórico tan apasionante. 8. Camprodon El puente medieval del siglo xii que pasa por encima del río Ter es el símbolo más emblemático de Camprodon, pero no el único. Pasea por este pueblo medieval y descubre todos sus pequeños rincones. Todo ello en un entorno natural extraordinario, puerta de entrada de alta montaña de los Pirineos. Su ubicación también ha determinado su carácter y tradiciones. Uno de los productos más típicos de Camprodon son los embutidos y, si te apasionan los deportes de aventura, aquí podrás practicar el esquí en invierno o montar en bicicleta de montaña por los caminos que en la Edad Media se utilizaban para comunicar los diferentes pueblos y para trasladar los rebaños hasta los pastos. 9. Tossa de Mar Se trata de uno de los pueblos costeros más típicos de la Costa Brava. Cuando oímos Tossa de Mar pensamos en playas. Esta población es arena y mar, pero tiene otros muchos tesoros que te sorprenderán. Ven a esta localidad de la Selva y descubrirás un pueblo con una larga historia y un pasado medieval que todavía está muy vivo en calles y edificios. Sigue las murallas que se construyeron para proteger a la población de Tossa de la piratería. No esperes más, tienes todo un tesoro por descubrir. 10. Castellar de n'Hug Pocas poblaciones han conservado tan bien la estructura urbanística medieval. Castellar de n’Hug se encuentra en un entorno natural único y pasear tranquilamente por sus calles estrechas y empinadas es un auténtico regalo para el cuerpo y la mente. Si tienes la ocasión y te apasionan los animales, haz coincidir la visita al pueblo con el Concurso Internacional de Perros Pastores. Vivirás una experiencia inolvidable. Los pueblos medievales de Cataluña forman parte de un conjunto patrimonial histórico extraordinario, en el que podrás visitar numerosas poblaciones que se han convertido en auténticas máquinas del tiempo. Pasea por sus calles, visita sus castillos, sus murallas o sus iglesias y experimentarás cómo se vivía y cuáles eran las costumbres y tradiciones durante la edad media. Ven, visita los pueblos medievales de Cataluña y vive una de las épocas históricas más apasionantes y legendarias.