La tercera etapa de la ruta del Cinquè Llac empieza con el antiguo camino de Beranui hacia La Plana de Mont-ros. Después de pasar por La Plana de Mont-ros se inicia una subida tranquila hasta Castell-estaó. Allí se puede disfrutar del mirador que permite observar la belleza de la Vall Fosca.
El trayecto sigue por otros caminos, también antiguos, que nos llevan hacia Antist y Estavill, desde donde empieza el descenso hacia el monasterio de Torres. Justo después, el camino conduce hacia el puente del Diable, que da nombre a este tramo. Se trata de un puente medieval que está asentado justo encima del barranco de Sant Genís. La leyenda cuenta que se construyó en una sola noche y que, por supuesto, lo hizo el diablo.
A continuación hay que seguir hacia el pequeño pueblo de La Bastida de Bellera, que se encuentra abandonado, para continuar en dirección a Erdo y Vilella. Una vez pasadas estas poblaciones nos encontramos con la capilla de la Ascensión. Después se pasa por el pueblo de Xerallo, que se formó alrededor de una fábrica de hormigón y que hoy se ha convertido en un pueblo fantasma.
Desde aquí ya se ve el valle de Manyanet, y hay que seguir hacia la capilla de la Virgen de Castellgermà para llegar a Les Esglésies. En este pueblo se puede pasar la noche en la Casa Batlle o en la Casa Mossèn Batista.
El puente del Diable
Pirineus
El puente del Diable
Pirineus