Te proponemos un reto: deja volar la imaginación y ponte en la piel de un escritor de viajes. Da igual que escojas ser Ulises, Jules Verne o Stevenson. Con el bloc de notas bajo el brazo, tu destino es Cataluña. ¿Empezamos?
Descubre tu Cataluña
Son auténticos reclamos del municipio las playas (tanto las concurridas como las tranquilas), los deportes náuticos, la oferta gastronómica (que es la decana de la Costa Daurada) y la vitalidad festiva y tradicional.
Entre las visitas obligadas destacan especialmente el Parque Samà, una joya botánica, y los diversos equipamientos que forman el Museo de Historia de Cambrils.
Este municipio ha sido galardonado con el sello de especialización DTF (Destino de Turismo Familiar), otorgado por la Agencia Catalana de Turismo. Durante las vacaciones, las familias con niños disfrutaran de una oferta de alojamiento y restauración adaptada y de numerosas propuestas de entretenimiento y ocio.
Cercano a espacios tan destacables como Portlligat o el monasterio de Sant Pere de Rodes, su perfil está punteado por numerosas calas donde se puede disfrutar de la inmejorable calidad de las aguas de la Costa Brava.
Por su parte, el interior reúne una fisonomía arquitectónica de gran interés, donde se combinan los vestigios medievales del núcleo antiguo con equipamientos modernistas entrañables como el Casino de la Amistad.
En la segunda mitad del siglo XX, Cadaqués se llenó de artistas y bohemios. Los más famosos son la pareja formada por el pintor surrealista Salvador Dalí y su esposa, Gala. Pero seguramente lo que nos puede acercar de una manera más nítida al espíritu de Cadaqués es la pluma del gran escritor ampurdanés, Josep Pla.
Situado al final de la Rambla, en el Port Vell, L'Aquàrium de Barcelona es el más importante del mundo en temática mediterránea. Se pueden observar más de 11.000 ejemplares de 450 especies diferentes, y se realizan actividades educativas para niños y niñas.
Con la presencia constante del mar como punto de referencia, Alcanar ofrece al visitante una amplia gama de atractivos: playas para todos los gustos, yacimientos arqueológicos (como el de la Moleta del Remei) y multitud de rincones donde disfrutar del espíritu mediterráneo y de construcciones tradicionales, como la antigua cisterna o la noria. Además, el visitante podrá saborear una gastronomía marinera que tiene como protagonista el suquet de pescado.
Alcover está situado en el conjunto geográfico de las montañas de Prades, aspecto que le confiere un indudable interés paisajístico. El valle del Glorieta, como elemento más destacado de este entorno, preside un territorio donde se han encontrado vestigios de asentamientos paleolíticos, neolíticos e íberos, algunos de gran valor, como los yacimientos del puente de Goi y del Cau d'en Serra.
El municipio ofrece a los visitantes conjuntos arquitectónicos bien conservados, donde destacan la iglesia de la Puríssima Sang, los portales de Sant Miquel y de la Saura y el convento de Santa Anna.
También son relevantes las tradiciones locales y la oferta gastronómica y de restauración.
La ciudad, además, ha sido designada con el sello de Destinación Turística Deportiva, que garantiza el carácter ideal para la práctica de diversos deportes. Concretamente, cuenta con instalaciones y servicios para los practicantes de remo, piragüismo, natación, ciclismo y triatlón.
Desde el punto de vista arquitectónico, destaca el núcleo histórico, con la plaza Mayor, el monasterio de Sant Esteve, la iglesia de Santa Maria dels Turers, la Pia Almoina y la Llotja del Tint, entre otros. Además, dispone de dos interesantes espacios museísticos: el Museo Arqueológico Comarcal y el Museo Darder de Historia Natural.
El municipio de Begur se eleva 200 metros por encima del nivel del mar, sobre el macizo del mismo nombre, situado entre las Gavarres y la costa. Aquí, en el litoral, se encuentran algunas de las calas y playas más admiradas de la Costa Brava. Se conservan todavía barracas de pescadores, que recuerdan la importancia que la pesca tuvo en núcleos como Sa Riera o Sa Tuna y que les dan un ambiente encantador.
La villa se extienden alrededor del imponente castillo medieval, datado del siglo XI y rodeado de calles estrechas y sinuosas que se encaraman hasta las ruinas de la fortaleza, a través de una orografía accidentada y caprichosa. Las torres de defensa de la villa son sus elementos históricos de referencia.
La Bisbal d’Empordà, capital del Baix Empordà, es una población conocida especialmente por su excelente cerámica popular y decorativa, actividad que se ve claramente reflejada en el municipio en las chimeneas industriales y en los numerosos comercios especializados.
Está situada en la llanura ampurdanesa, en los últimos contrafuertes septentrionales de las Gavarres, y la atraviesa el río Daró. El castillo palacio de la Bisbal y el Terracotta Museo son los principales atractivos del municipio, sin olvidar los talleres y tiendas de los ceramistas.
Sus cuatro kilómetros de playas, la potente actividad comercial y la amplia oferta de alojamiento y restauración la convierten en una de las poblaciones más importantes de la comarca.
Este municipio ha estado galardonado con la certificación Destino de Turismo Familiar, otorgada por la Agencia Catalana de Turismo. Durante las vacaciones, las familias con niños disfrutaran de una oferta de alojamiento y restauración adaptada y numerosas propuestas de entretenimiento y ocio.
Pero aparte del reclamo turístico de las playas, Calafell ofrece otros lugares de interés relacionados con diferentes etapas de su historia, como la ciudadela ibérica o el castillo de la Santa Creu.
Este municipio ha estado galardonado con el sello de especialización DTF (Destino de Turismo Familiar), otorgado por la Agencia Catalana de Turismo. Durante las vacaciones, las familias con niños disfrutaran de una oferta de alojamiento y restauración adaptada y numerosas propuestas de entretenimiento y ocio.
Las aguas termales constituyen la principal riqueza de Caldes de Malavella, tal y como indica el escudo del municipio, donde una chica se baña en una tina con una caldera de plata a cada lado.
La presencia de actividad geotérmica en el subsuelo ha dado lugar a aguas bicarbonatadas, sódicas y cloradas que brotan a sesenta grados, y ha permitido la construcción de termas, un espacio para el descanso y el bienestar personal. Los romanos, que ya supieron apreciar su valor, llamaron a la villa Aquae Caldae y construyeron un gran balneario sobre Sant Grau. Hoy en día hay varios centros termales que explotan las aguas.
En el término también podremos disfrutar de un valioso patrimonio medieval, con espacios como el poblado de Caulers o el castillo de Malavella.
Considerada históricamente la capital turística de El Maresme por haber sido durante muchos años el destino preferido de los alemanes, descubrimos en Calella una población que es mucho más que sol y playa. El encanto de su casco antiguo, de rectilíneas y estrechas calles en torno a la iglesia neoclásica de Santa Maria; la espectacularidad de su faro, construido en 1859; la tranquilidad de un paseo por el parque Dalmau o del paseo novecentista Manuel Puigvert, con sus plátanos centenarios, hacen de esta ciudad rica en cultura y tradiciones populares un lugar de parada obligada que nos abre las puertas al Parque de El Montnegre i el Corredor para realizar excursiones a pie o en bicicleta.