Cellers de Can Suriol del Castell

Las Bodegas de Can Suriol del Castell tienen una larga tradición en el panorama vinícola. La casa fue construida a finales del siglo XV y cuenta con una capilla románica. Son pioneros en lo que se refiere a los métodos ecológicos y comercializan una amplia gama de vinos y cavas. Los visitantes pueden descubrir la bodega, degustar los productos de la casa y disfrutar de una comida en su restaurante.

En cada rincón de sus instalaciones se respira historia y tradición. La casa se construyó por orden de los señores de Font-rubí a finales del siglo XV y cuenta con una capilla románica del siglo XIV.

Los Suriol, propietarios de la empresa, ya ocupaban este lugar en el siglo XVII. El cultivo de la vid y la elaboración de vino han sido las actividades más genuinas de la zona y esta estirpe ha sabido adaptarse a las necesidades del mercado.

Can Suriol del Castell fue una empresa pionera en cuanto a la aplicación de métodos ecológicos, certificados por el Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica desde la década de 1990. Además, pertenecen al consorcio Vinya-Celler-Masia, que agrupa varias bodegas que realizan todos los procesos en la propia finca y en la masía tradicional.

Actualmente, la empresa comercializa una amplia gama de productos, que incluye varios cavas y vinos blancos, rosados, tintos y dulces, obtenidos de las 25 hectáreas de viñedo de que disponen. En su propiedad, dividida en veinte parcelas, cultivan las uvas de las variedades blancas parellada, macabeo, chenin blanc y xarel·lo, y las tintas tempranillo y merlot.

Además de la masía y la capilla, los visitantes pueden descubrir la bodega y la sala de barricas. También se recorre la cava, ubicada en el edificio de una antigua granja, perfectamente aislado y climatizado. El extenso terreno de viñedo que rodea la bodega se puede incluir en la visita.

Para terminar, nada mejor que disfrutar de la degustación de los productos de la casa en una sala de cata rústica y acogedora. Asimismo, se puede optar por comer en el restaurante situado en la antigua noria, entre viñedos, donde en el siglo XIX había un lavadero público.