La ciudad es agradable para pasear, con muchos parques, playas, avenidas con árboles y calles peatonales, que invitan a disfrutar del aire libre y de los numerosos días soleados.
Las calles son bastante llanas, excepto en la montaña de Montjuïc y en los barrios del Tibidabo. Además, la mayoría de zonas de interés para el visitante se concentran en los distritos de Ciutat Vella y el Eixample, de modo que desplazarse a pie es una buena opción. Las calles peatonales, les aceras anchas y los carriles bici van, año tras año, ganando espacio a los coches.
Hay pocas ciudades del mundo que dispongan de un lugar tan idóneo para pasear como las Rambles. Se trata de dos kilómetros desde la plaza de Catalunya hasta la estatua de Colón, en el puerto, llenos de plátanos, comercios, artistas ambulantes, visitantes y barceloneses.
Respecto a las zonas verdes, el Parc de la Ciutadella es la más extensa de la Barcelona vieja, con atractivos como dos espacios del Museu de Ciències Naturals y el Zoo.
La montaña de Montjuïc, a donde se puede llegar con teleférico y que ofrece espectaculares vistas sobre la ciudad, se ha convertido en un importantísimo centro de ocio y cultura. Tiene hasta 22 jardines y parques, además de numerosos museos, atracciones turísticas y la Anilla Olímpica.
Al noroeste de Barcelona encontramos el Parc de Collserola, con la montaña del Tibidabo y muchas rutas señalizadas para hacer a pie o en bicicleta. El Park Güell, una especie de bosque de hadas diseñado por Antoni Gaudí, también permite desconectar del bullicio de la ciudad.
Todas estas zonas verdes, a las que podríamos añadir el Parque de la Oreneta, son idóneas para visitar con niños. Otras visitas para hacer con los más pequeños son el parque de atracciones del Tibidabo, el Aquàrium, el Cosmocaixa, el Pueblo Español o las clásicas golondrinas, unas embarcaciones que salen del moll de la Fusta, recorren el puerto y navegan hasta la zona del Fòrum. Además, si se consulta la cartelera, se pueden encontrar numerosas actividades para niños, como teatro infantil, actividades deportivas, talleres y fiestas.
El plan urbanístico desarrollado por los Juegos Olímpicos rompió con el dicho de que Barcelona vivía de espaldas al mar: se construyó un paseo marítimo desde la Barceloneta hasta la Villa Olímpica, el Port Olímpic, el centro de ocio Maremàgnum en medio del puerto y se arreglaron les playas de Sant Sebastià, la Barceloneta, Nova Icària, el Bogatell, Mar Bella y Nova Mar Bella. Con el Fòrum de las Culturas se completó el proceso, acondicionando nuevas playas y construyendo un nuevo puerto deportivo.
La oferta comercial de Barcelona es muy abundante y variada. En los alrededores de la catedral, en dirección a las Rambles, se agrupan las tiendas de antigüedades y de arte. Las calles más comerciales del barrio Gótico son las de Ferran, Portaferrissa y Portal de l'Àngel, a las que recientemente se ha añadido la calle de Avinyó y algunas del barrio del Born, donde están los locales de ropa más modernos y vanguardistas de la ciudad.
En el Eixample se concentran les tiendas de primeras marcas y las galerías comerciales, principalmente en el paseo de Gràcia y en la Rambla de Catalunya, actualmente una zona con un gran número de establecimientos de lujo y con las tiendas de los mejores diseñadores internacionales.
Entre las fiestas destacan las de la Mercè, copatrona de la ciudad, que se celebran alrededor del 24 de septiembre. Durante una semana hay eventos de toda clase, a todas horas, en todas partes y para todos los públicos. La celebración concluye con un espectáculo piromusical en las fuentes de Montjuïc, que combina agua, luz y sonido.
La Diada de Sant Jordi (23 de abril), que coincide con el Día del Libro, es especialmente vistosa en las Rambles, en la Rambla de Catalunya y en el paseo de Gràcia.
En verano muchos barrios de la ciudad organizan su fiesta mayor, donde sin duda destaca la del barrio de Gràcia, la segunda quincena de agosto, donde numerosas calles son espectacularmente decoradas por los vecinos.
Los festivales musicales son otro de los grandes atractivos de la ciudad. El Sónar o el Primavera Sound han acercado los sonidos más avanzados al público, que en muchas ocasiones llega de otros países para no perderse estas citas.
El Liceo concentra la actividad operística de la ciudad, pero también se puede disfrutar de una amplia oferta dedicada a las artes escénicas en general. L'Auditori, el Teatre Nacional de Catalunya, el Teatre Romea, el Teatre Lliure, las salas de la avenida del Paral·lel u otros locales de dimensiones más reducidas, constituyen una muy buena red de equipamientos de este tipo.
Además de contar con un gran número de mercados donde adquirir los mejores productos, Barcelona ofrece al visitante una inmensa lista de locales donde poder probar la gastronomía de cualquier lugar del mundo. Bares de tapas, locales especializados en chocolate, restaurantes dedicados a los platos basados en el pescado, establecimientos donde descubrir la cocina de creación La oferta es extensísima y se ha convertido en un reclamo importante para todos aquellos que llegan a la Ciudad Condal.
En cuanto a mercados de objetos de segunda mano, en el de los Encants Vells (o Fira de Bellcaire) se puede encontrar desde ropa usada hasta objetos de anticuario. El mercado de Sant Antoni, por su parte, se transforma los domingos en un mercado de libros antiguos y de objetos de coleccionista. Completa así la oferta que la ciudad pone a disposición de todos aquellos que aman la lectura, con librerías bien surtidas y ferias donde encontrar material nuevo y usado.