Altafulla

El municipio marinero de Altafulla se encuentra en la Costa Daurada, al este de Tarragona, municipio costero con el cual limita. Está situado en la vertiente suroriental de un promontorio de 52 metros de altitud, y se extiende entre los contrafuertes más meridionales de la sierra del Litoral y los terrenos de aluvión de la orilla izquierda del Gaià.

La presencia humana en el municipio se remonta a la prehistoria, pero es la época romana la que ha dejado más restos. En el término municipal se han encontrado tres pedreras y cuatro villas romanas, de entre las que destaca la villa romana dels Munts.

Durante la Alta Edad Media el territorio quedó prácticamente deshabitado, y es en el siglo XI cuando su castillo aparece citado por primera vez. Durante los siglos siguientes, la pequeña villa medieval fue creciendo a su alrededor. En el siglo XIV fue vendida a Bernat de Requesens y de Llorenç, y fue villa baronial hasta el siglo XIX.

Junto a la playa se encuentra el agradable paseo marítimo de Botigues de Mar, llamado así porque en el siglo XVIII se construyeron varios almacenes, más tarde transformados en viviendas.

Del interesante conjunto histórico artístico, destaca el castillo palacio de los marqueses de Tamarit y la iglesia parroquial de Sant Martí (siglo XVIII), de estilo barroco. Su planta es de cruz latina con tres naves.

El núcleo antiguo del municipio se conoce como la villa closa, donde destacan los edificios del siglo XVIII y los restos de las murallas medievales, de las que todavía quedan dos torres circulares y dos puertas.

Muy cerca del municipio se encuentra la villa romana dels Munts, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, junto con otros monumentos romanos del Tarragonès.

En verano, la villa atrae a numerosos visitantes, que disfrutan de unas amplias playas aún no masificadas y de una oferta gastronómica variada. Sus playas se encuentran entre las más tranquilas de la Costa Daurada, sin que ello signifique una falta de servicios.

El club marítimo ofrece una amplia variedad de actividades deportivas. Además de una escuela de vela, cuenta con diversas instalaciones para practicar tenis, pádel o fútbol sala.

El otro espacio natural importante del municipio es la Reserva Natural de Fauna Salvaje de la Desembocadura del Río Gaià, creada en 1992 por la Generalitat de Catalunya.

Para descubrir el patrimonio arquitectónico, lo mejor es pasear despreocupadamente por las calles de la villa closa y por el paseo de Botigues de Mar.

No hay que olvidar la generosa oferta festiva que propone Altafulla durante todo el año. En verano destacan la Noche de Brujas (último fin de semana de junio), la Fiesta de la Virgen del Carmen (dedicada a la vida marinera, alrededor del 16 de julio) y el Festival de Voces (los dos últimos fines de semana de agosto). En la fiesta mayor del municipio, a mediados de noviembre, destacan la exhibición castellera y los fuegos artificiales.